La junta militar birmana dijo que, a fecha de 29 de marzo, la cifra de muertos por el terremoto del viernes había aumentado a más de 1600.
Birmania, también conocida como Myanmar, fue afectada por un terremoto de magnitud 7.7 el viernes, causando una destrucción generalizada, particularmente en la ciudad de Mandalay, donde numerosos edificios se derrumbaron.
La junta advirtió que las cifras podrían seguir aumentando a medida que continúen las operaciones de búsqueda y rescate. El líder de la junta birmana, el general Min Aung Hlaing, invitó desde entonces a "cualquier país u organización" a prestar ayuda, según informaron los medios de comunicación locales.
En declaraciones a los periodistas en la Oficina Oval, el presidente Donald Trump dijo el viernes que su administración había hablado con los funcionarios de Birmania tras el devastador terremoto.
"Vamos a estar ayudando. Ya avisamos a la gente", dijo Trump. "Es terrible lo que pasó. Ya hemos hablado con el país".
Los comentarios de Trump se produjeron cuando una corte federal de apelaciones permitió que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) continuara liderando sus esfuerzos de reducción de personal en la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) —la agencia responsable de administrar la ayuda exterior de EE. UU.— tras detener la orden judicial de un tribunal inferior.
Los recortes de la administración a la USAID ya han obligado a las Naciones Unidas y a las organizaciones no gubernamentales a recortar muchos programas en Birmania.
Sin embargo, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo a los periodistas el viernes que los recortes a la USAID no han tenido ningún impacto en la capacidad de Estados Unidos para ayudar en la respuesta a desastres.
"La USAID ha mantenido un equipo de expertos en desastres con capacidad de respuesta en caso de catástrofe", dijo. "Estos equipos de expertos proporcionan asistencia inmediata, incluyendo alimentos y agua potable, necesaria para salvar vidas tras una catástrofe".
Bruce dijo que la administración utilizaría las solicitudes de ayuda y los informes de la región para dar forma a su respuesta al terremoto.
El terremoto también afectó a la vecina Tailandia, que el 29 de marzo revisó su cifra inicial de 10 muertos a seis. Las autoridades tailandesas dijeron que 22 personas resultaron heridas y que otras 101 siguen desaparecidas en las obras de construcción de Bangkok.
El modelo predictivo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) estimó que el número de muertos podría superar los 10,000 en Birmania, y que las pérdidas podrían ser superiores al valor del producto interior bruto del país.
La gente conduce en moto junto a un edificio derrumbado en Mandalay, tras un terremoto en el centro de Birmania, el 28 de marzo de 2025. (STR/AFP a través de Getty Images)En Birmania, el gobierno militar declaró estado de emergencia en seis regiones y estados, entre ellos Mandalay y la capital, Naipyidó.
Al menos cinco ciudades y pueblos informaron de derrumbes de edificios y puentes caídos, incluido uno en una carretera clave entre Mandalay y Yangon, informó el sábado el periódico estatal de Birmania.
El portavoz del gobierno birmano, el general de división Zaw Min Tun, dijo al canal de televisión estatal MRTV el viernes que había una gran demanda de sangre en los hospitales de Mandalay, Sagaing y Naypyidaw.
Otras naciones que prestan ayuda
Otros países han intervenido para proporcionar ayuda a Birmania tras el terremoto. El Ministerio de Emergencias de Rusia envió el viernes dos aviones con 120 rescatistas y suministros, mientras que la India envió un equipo de búsqueda y rescate a Birmania. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Malasia dijo que enviará el domingo a 50 personas para ayudar a identificar y proporcionar ayuda a las zonas más afectadas.La ONU declaró que asignó 5 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de salvamento en Birmania. Sheela Matthew, del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, dijo que el desastre ocurrió "en el peor momento posible", lo que exacerba la situación humanitaria en Birmania.
"Con uno de cada cuatro habitantes del país ya enfrentando una grave inseguridad alimentaria, Myanmar simplemente no puede permitirse otro desastre", dijo Matthew en un comunicado de prensa el 28 de marzo.
El país lleva cuatro años envuelto en conflictos armados con los opositores al régimen militar desde que la junta derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi en un golpe de Estado en febrero de 2021. Los combates han dejado a más de 3.5 millones de personas desplazadas, según informa la ONU.
Con información de Associated Press, Chris Summers y Reuters.
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