El presidente Donald Trump afirmó el 26 de marzo que Elon Musk, a quien eligió para liderar los esfuerzos gubernamentales de reducción de costos, nunca le ha pedido ayuda con sus negocios desde que el ejecutivo tecnológico comenzó a asesorarlo el año pasado.
Mientras firmaba órdenes ejecutivas en la Oficina Oval el miércoles, Trump dijo a los periodistas que no discute sobre aranceles automotrices con Musk "porque podría tener un conflicto de interés". El asesor de la Casa Blanca en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) es también CEO de Tesla, una importante fabricante estadounidense de vehículos eléctricos.
"Por eso no hablamos [sobre aranceles]. Nunca he hablado con él", indicó Trump. "Nunca me ha pedido un favor en los negocios. De hecho, me sorprende un poco. Podría hacerlo o podría no hacerlo. Hago lo correcto, y él querría que yo hiciera lo correcto".
Tesla ha enfrentado importantes dificultades en los últimos meses. Manifestantes han vandalizado vehículos y concesionarios, además de incendiar estaciones de carga, a veces citando como causa las recomendaciones de Musk y el DOGE de reducir el financiamiento gubernamental y despedir a decenas de miles de empleados federales. Las ventas y el valor bursátil de la compañía cayeron recientemente debido a un supuesto boicot, bajando un 53% la semana pasada desde su punto más alto en diciembre de 2024.
En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump aseguró que "lunáticos radicales de izquierda" están realizando un boicot contra Tesla de manera "ilegal y colusiva".
Aunque el valor bursátil aumentó por quinto día consecutivo el miércoles—recuperando una cuarta parte del valor perdido en los últimos tres meses—los propietarios de Tesla en todo el país están en alerta máxima, pues muchos reportaron incidentes de vandalismo contra sus automóviles.
La reacción negativa de una parte de la población estadounidense hacia los esfuerzos de Musk en la administración Trump llevó al presidente a comprar recientemente un Model S rojo, el cual seleccionó de una fila de vehículos Tesla estacionados frente a la Casa Blanca.
"Él no me pidió esto. Yo le dije: 'Sabes, Elon, no me gusta lo que te está pasando y Tesla es una gran compañía. No me gusta lo que sucede'. Desde nuestro punto de vista, son autos estadounidenses, fabricados en Estados Unidos", dijo Trump a los periodistas durante el evento.
Al hablar sobre Musk en la Oficina Oval el miércoles, Trump destacó que revocó la orden ejecutiva de la administración Biden que buscaba que las ventas de automóviles nuevos fueran eléctricos o híbridos enchufables para el año 2030, medida a la que Trump se ha referido desde hace tiempo como un "mandato de vehículos eléctricos".
"Nunca ha venido Elon a decirme: '¿Me harías un favor con el mandato o con el mandato eléctrico o algo así?'. Nunca me ha pedido nada", declaró Trump.
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