El presidente Donald Trump aceptó una invitación formal de visita de Estado del monarca británico, el rey Carlos III, el 27 de febrero.
«La respuesta es sí. Para nuestra maravillosa primera dama, Melania, y para mí, la respuesta es sí, y esperamos estar allí y honrar al rey y honrar, realmente, a su país», dijo Trump. «Su país es un país fantástico, y será un honor para nosotros estar allí».
El primer ministro británico, Keir Starmer, entregó la invitación al presidente en el Despacho Oval de la Casa Blanca al comienzo de las conversaciones bilaterales entre las dos naciones.
«Es un gran honor porque nunca antes había sucedido», dijo Trump. «No es por mí; es por respeto a nuestro país».
La familia real británica rara vez ofrece visitas oficiales de Estado, y un presidente estadounidense en ejercicio nunca ha sido recibido dos veces.
«Esto es realmente especial», dijo Starmer. «No tiene precedentes, y creo que eso simboliza la fuerza de la relación entre nosotros».
Trump visitó por primera vez el Reino Unido en junio de 2019 a petición de la reina Isabel II. La visita incluyó una ceremonia formal en el Palacio de Buckingham, un banquete patrocinado por el Estado y una visita a la Abadía de Westminster, entre otros eventos especiales.
Durante sus más de 70 años de reinado, que comenzó en 1952 y terminó en 2022 tras su muerte, la reina recibió a siete presidentes de Estados Unidos en visitas de Estado oficiales: Harry Truman, Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy, Richard Nixon, Ronald Reagan, Barack Obama y Trump.
«Las visitas de los presidentes estadounidenses siempre nos recuerdan la estrecha y duradera amistad entre el Reino Unido y Estados Unidos, y me alegra mucho que tengamos otra oportunidad de demostrar la inmensa importancia que ambos países conceden a nuestra relación», dijo la reina al dar la bienvenida a Trump en 2019.
El presidente dijo que los dos países comparten motivaciones similares y son socios geopolíticos excepcionales.
«Al honrar nuestra victoria y herencia compartidas, afirmamos los valores comunes que nos unirán en el futuro: Libertad, soberanía, autodeterminación, el estado de derecho y el respeto por los derechos que nos ha otorgado Dios Todopoderoso», dijo Trump durante un brindis en ese momento.
Las reuniones bilaterales entre el presidente y la entonces primera ministra Theresa May incluyeron debates sobre comercio y política exterior.
Esto provocó una respuesta mixta por parte de los residentes del Reino Unido. En el lado negativo, algunos manifestantes volaron un dirigible con forma de bebé Trump, y el líder laborista Jeremy Corbyn boicoteó el espectáculo, calificando como controvertidos los comentarios de Trump sobre la política británica.
El momento de la segunda visita y los posibles temas de debate aún no se han determinado, según ha declarado un funcionario de la Casa Blanca a The Epoch Times.
Starmer expresó su optimismo sobre la próxima visita «histórica» de Trump y dijo que la familia real está haciendo todo lo posible para su desarrollo.
«Creo que la última visita de Estado fue un éxito tremendo», dijo. «El rey quiere que esta sea aún mejor».
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