Las autoridades taiwanesas denunciaron este viernes un repunte del número de incursiones de la Guardia Costera de China en los alrededores de las islas Kinmen, en medio del recrudecimiento de las tensiones entre Taipéi y Beijing, informaron fuentes oficiales de la isla.
En un comunicado, la Administración de la Guardia Costera (CGA) de Taiwán indicó que, en los últimos dos días, ocho buques de la Guardia Costera china fueron vistos en las inmediaciones de las Kinmen, un archipiélago bajo control taiwanés y ubicado a escasos kilómetros de la ciudad suroriental china de Xiamen.
La última de esas incursiones ocurrió este mismo viernes, cuando cuatro embarcaciones chinas se aproximaron a "aguas restringidas" de las Kinmen pese a las malas condiciones de visibilidad en la zona.
"La duodécima zona de patrulla rastreó con éxito a los buques chinos que se acercaban desde diferentes direcciones y movilizó rápidamente a sus patrulleros para responder. La CGA emitió severas advertencias por radio, tanto en chino como en inglés, exigiendo que los barcos cambiaran de rumbo y se fueran", señaló el comunicado.
Según cifras de la autoridad marítima taiwanesa, la Guardia Costera de China "ha perturbado" las aguas de las Kinmen hasta en 68 ocasiones en lo que va de año, unos movimientos que "socavan la paz y estabilidad regionales".
"Aunque este tipo de incursiones se han vuelto rutinarias, la Guardia Costera mantiene una postura firme, respondiendo con contundencia y sin bajar la guardia. Seguiremos atentos a los movimientos de los buques de la Guardia Costera china y desplegaremos unidades inmediatamente según sea necesario", sentenció la CGA.
Las autoridades insulares sostienen que este tipo de incursiones forman parte de las actividades en "zona gris" emprendidas por Beijing con el objetivo de presionar al Gobierno taiwanés, actualmente liderado por William Lai, considerado como un "independentista" y un "alborotador" por las autoridades chinas.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Beijing considera a la isla como una "parte inalienable" de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la "reunificación nacional", clave en el objetivo a largo plazo del líder, Xi Jinping, de lograr el "rejuvenecimiento" de la nación china.
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