La segunda dama, Usha Vance, viajará a Groenlandia con su hijo y una delegación estadounidense a finales de esta semana, en medio del interés expresado por el presidente Donald Trump en adquirir el territorio autónomo de Dinamarca.
Mientras estén en Groenlandia, Vance y la delegación visitarán "sitios históricos, aprenderán sobre el patrimonio groenlandés y asistirán a la Avannaata Qimussersu, la carrera nacional de trineos tirados por perros de Groenlandia", dijo su oficina.
Partirán el jueves y regresarán el sábado. Su oficina declaró que Vance y la delegación "están entusiasmados por presenciar esta carrera monumental y celebrar la cultura y la unidad groenlandesas".
En un video de anuncio de su viaje, Vance dijo que su visita celebrará "la larga historia de respeto mutuo y cooperación" entre Estados Unidos y Groenlandia, al mismo tiempo que expresó su esperanza de que sus lazos "se fortalezcan en los próximos años".
Vance también dijo que Estados Unidos se enorgullece de patrocinar la carrera nacional de trineos tirados por perros de Groenlandia, un evento anual en el que 37 mushers, cada uno con un equipo de 12 perros, compiten en una carrera a través de pueblos y rutas en el norte de Groenlandia.
Su visita se produce después de que el presidente Donald Trump sugiriera que Estados Unidos debería tomar el control del territorio semiautónomo de Dinamarca como una forma de fortalecer la seguridad nacional e internacional.
El primer ministro groenlandés, Mute Egede, cuestionó el motivo de la visita de Vance.
"Ahora estamos en un nivel en el que no se puede caracterizar de ninguna manera como una visita inofensiva de la esposa de un político, lo cual es una posibilidad", dijo Egede el domingo al periódico groenlandés Sermitsiaq.
Egede expresó específicamente su preocupación por la posible incorporación del asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz a la delegación en Groenlandia, diciendo que la presencia de Waltz podría consolidar la idea de toma de poder de Trump.
"¿Qué hace el asesor de seguridad en Groenlandia? El único propósito es mostrarnos una demostración de poder, y la señal no debe ser malinterpretada", dijo el líder groenlandés.
La Casa Blanca aún no ha confirmado la visita de Waltz a Groenlandia y no respondió a una solicitud de comentarios en el momento de la publicación de este artículo.
Egede dijo que, como asesor más cercano de Trump, la presencia de Waltz en Groenlandia "sin duda hará que los estadounidenses crean en la misión de Trump" y "la presión aumentará después de la visita".
Groenlandia tiene su propio gobierno y parlamento. Su ubicación estratégica cerca del Ártico hace que la isla sea vital cuando se trata de monitorear la seguridad en la región del Polo Norte. También alberga una gran base de la Fuerza Espacial de EE. UU.
El gobierno de Dinamarca, que controla los asuntos exteriores y la defensa de Groenlandia, ha rechazado la oferta de Trump de adquirir la isla autónoma.
Durante una reunión en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el 15 de marzo, Trump reiteró su postura sobre la adquisición de Groenlandia por parte de Estados Unidos.
"Creo que sucederá", dijo Trump a los periodistas. "Lo necesitamos para la seguridad internacional".
El Ártico es la ruta más corta para los misiles balísticos intercontinentales entre Estados Unidos y Rusia, Corea del Norte y China, lo que convierte a Groenlandia en un puesto avanzado crítico en medio de las crecientes rivalidades de poder a nivel mundial.
Dinamarca y Estados Unidos están vinculados por el Acuerdo de Defensa de 1951, que otorga a Washington el control exclusivo sobre algunas de las zonas de defensa de Groenlandia y la capacidad de mejorar la vigilancia estadounidense de las aguas del Ártico, algo fundamental para la estrategia de la OTAN en el Ártico.
Durante el primer mandato de Trump, su administración intentó fortalecer los lazos con Groenlandia en un intento por contrarrestar la actividad comunista china y rusa en el Ártico.
El partido de la oposición de centro-derecha y favorable a los negocios de Groenlandia, Demokraatit, ganó las elecciones generales del 11 de marzo, asegurándose casi el 30 por ciento de los votos. El partido socialista democrático en el poder, Inuit Ataqatigiit, y su socio de coalición, Siumut, obtuvieron un 36 por ciento de los votos en conjunto, mientras que el partido centrista-populista Naleraq recibió el 24,5 por ciento de los votos.
Todos los partidos políticos de Groenlandia quieren la independencia de Dinamarca, pero tienen propuestas diferentes sobre cómo lograrla.
Se estima que la isla tiene más de 41,000 votantes, con una población total de poco menos de 56,000 habitantes.
Con información de Naveen Athrappully, Emel Akan y Reuters
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