Utah se convierte en el primer estado del país en prohibir la adición de flúor a los sistemas de agua potable después de que el gobernador firmara el jueves un proyecto de ley.
El proyecto de ley, firmado por el gobernador republicano Spencer Cox, entrará en vigor el 7 de mayo.
Varias ciudades y municipios de Estados Unidos tomaron medidas para poner fin a la fluoración del agua potable, una práctica que se remonta a la década de 1940. Los grupos médicos llevan mucho tiempo diciendo que el mineral puede fortalecer los dientes y reducir las caries. Aun así, una sentencia histórica dictada por un juez federal el año pasado ordenó a los funcionarios federales que evaluaran si puede conducir a una disminución de la capacidad intelectual entre los niños.
Según el texto de la medida firmada por Cox, que fue aprobada en la Legislatura de Utah a principios de este año, ninguna persona o entidad gubernamental puede añadir flúor a los sistemas de agua del estado.
El propio Cox no hizo muchas declaraciones públicas sobre la prohibición. Dijo en una entrevista ante las cámaras este mes: "No es un proyecto de ley que me preocupe mucho, pero es un proyecto de ley que firmaré".
La representante estatal de Utah Stephanie Gricius, republicana y principal patrocinadora del proyecto de ley, dijo que permite a los farmacéuticos recetar flúor a quienes deseen la protección del mineral para sus dientes.
"Creo en la elección personal en lo que respecta a las recetas que tomamos y el flúor está regulado a nivel federal como una receta", dijo Gricius a Reuters a principios de este mes. "La fluoración del agua comunitaria y el consentimiento informado, que es fundamental para una buena atención sanitaria, no pueden coexistir".
El líder de la mayoría del Senado, Kirk Cullimore, republicano, dijo a Deseret News que el proyecto de ley permite a las personas que acuden a un farmacéutico recibir suplementos de flúor y "no prohíbe a nadie tomar flúor de la forma que desee".
"Simplemente no permite que las personas que no quieren flúor tengan que consumirlo en el agua", dijo.
Pero la Asociación Dental Americana (ADA), un grupo médico líder que respalda la fluoración generalizada del agua escribió en una carta de febrero al gobernador para que vetara el proyecto de ley porque está "en completa oposición" a la misión de la organización.
"Con el peso de las pruebas y el apoyo casi universal a la fluoración del agua comunitaria en todos los rincones del sector de la salud, le instamos a que vete el proyecto de ley HB 81", se lee en la carta, en referencia al nombre del proyecto de ley.
La ADA dijo que la medida "eliminaría la forma más eficaz, eficiente y equitativa de prevenir las enfermedades dentales".
También señaló que Utah, con el proyecto de ley, sería el "primer estado del país en prohibir las prácticas de fluoración".
En un comunicado de prensa emitido por la ADA, el Dr. Scott Tomar, decano asociado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Illinois en Chicago, dijo que poner fin a la fluoración sería perjudicial para la salud y las finanzas de los habitantes de Utah debido al costo de los tratamientos dentales.
"Como hemos visto recientemente en otras comunidades, detener la fluoración conduce a más caries y a mayores costos de atención dental", dijo Tomar. "En promedio, cada dólar invertido en fluoración ahorra alrededor de 20 dólares en costos de tratamiento. Si Utah toma esta medida, no ahorrará dinero, sino que hará recaer los mayores costos del tratamiento en los ciudadanos de Utah".
El año pasado, un juez federal de California, el juez de distrito estadounidense Edward Chen, ordenó a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) que revisara los riesgos de añadir flúor al agua potable. La agencia tiene el mandato de asegurarse de que exista un margen entre el nivel de peligro y el nivel de exposición, escribió.
"Si el margen es insuficiente, entonces el producto químico supone un riesgo", dijo el juez. "En pocas palabras, el riesgo para la salud a los niveles de exposición en el agua potable de Estados Unidos es lo suficientemente alto como para desencadenar una respuesta reguladora por parte de la EPA [según la ley federal]".
Su orden también hacía referencia a "la literatura científica en el expediente" que "proporciona un alto nivel de certeza de que existe un peligro" y que podría demostrar que "el flúor está asociado con un coeficiente intelectual reducido".
Desde la sentencia del juez, varias de las ciudades y los pueblos están tomando medidas para poner fin a la fluoración.
Además, el año pasado, el Programa Nacional de Toxicología descubrió que existe una relación entre una mayor exposición al flúor y un menor coeficiente intelectual en los niños. La agencia utilizó estudios que incluían niveles de flúor que duplicaban el límite recomendado para el agua potable.
El programa descubrió que la exposición de los niños a niveles altos de flúor, que definió como 1.5 miligramos por litro, estaba "asociada de forma consistente" con un coeficiente intelectual más bajo en los niños. También hizo referencia a otros posibles problemas del desarrollo neurológico asociados con el compuesto, pero sugirió que se necesitan más pruebas.
Con información de Reuters.
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