El presidente Donald Trump bautizó el 2 de abril como el «Día de la Liberación», cuando dará a conocer los aranceles recíprocos para nivelar el campo comercial entre Estados Unidos y sus 200 socios.
La Casa Blanca aún no reveló los detalles de los aranceles. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que la Administración se centrará en los «15 sucios», es decir, el 15 por ciento de los socios que más contribuyen a la balanza comercial negativa de Estados Unidos.
Mientras tanto, el arancel del 25 por ciento sobre automóviles y piezas de automóviles anunciado el 26 de marzo, que también entrará en vigor el 2 de abril, puede presagiar la magnitud del cambio que pretende lograr la política arancelaria recíproca de Trump.
Una investigación sobre la política comercial de EE. UU., ordenada por Trump el primer día de su Gobierno, debe concluir el 1 de abril.
Trump encargó a la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) y a los departamentos de Comercio y del Tesoro que identificaran a los infractores de las políticas comerciales justas.
Los expertos aseguran que el camino hacia la reciprocidad será accidentado pero necesario, porque ningún socio renunciará voluntariamente a sus prolongados superávits comerciales con Estados Unidos.
Sin embargo, según los expertos, en última instancia Estados Unidos saldrá ganando. Mientras tanto, es probable que la Administración ajuste su plan a un régimen arancelario más refinado y adaptado al mundo comercial moderno.
«En cuanto a la posibilidad de que acaben adoptando un arancel más sofisticado y adecuado, yo diría que las probabilidades de que eso ocurra son probablemente dos de cada tres», declaró el economista Ian Fletcher a The Epoch Times. «Pero puede que no. Con este tipo nunca se sabe».
Frank Xie, profesor de negocios y marketing en la Universidad de Carolina del Sur-Aiken, confía más en el resultado. Predice un auge económico antes de las elecciones de mitad de mandato de 2026, cuyos primeros síntomas aparecerán en los próximos 12 a 18 meses.
Reciprocidad obligatoria
Estados Unidos mantuvo los aranceles bajos durante décadas. Sin embargo, el país se encuentra en una posición diferente a la de los años 70, cuando apareció por primera vez el déficit comercial.Su participación en el PIB mundial disminuyó. Según el Índice de Progreso Social, la calidad de vida de los estadounidenses también sufrió un «declive acelerado» desde 2018.
Estados Unidos sufrió décadas de pérdida de riqueza, dijo el exrepresentante comercial de Estados Unidos, el embajador Robert Lighthizer.
Dijo que no es un problema cuando un país tiene un déficit comercial con otro durante un período corto. Sin embargo, décadas de déficit por valor de cientos de miles de millones de dólares —como es el caso del comercio de Estados Unidos con China— es esencialmente una «transferencia neta de riqueza», declaró a The Epoch Times en una entrevista anterior.
Recientes publicaciones de datos económicos oficiales reflejan el resultado de la reducción de la riqueza estadounidense.
El año pasado, el déficit comercial de Estados Unidos alcanzó más de 1.2 billones de dólares, el mayor de la historia.
Gráfico: The Epoch Times Fuente: La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. Creado con Datawrapper
Gráfico: The Epoch Times Fuente: La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. Creado con DatawrapperAl mismo tiempo, los estadounidenses deben al resto del mundo 26 billones de dólares más de lo que poseen en países extranjeros, según indica la posición de inversión neta de Estados Unidos en los datos publicados la semana pasada por la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos. La cifra de 2024 representa una caída interanual del 30 por ciento.
Gran parte de la inversión mundial en Estados Unidos es deuda. El año pasado, la deuda estadounidense alcanzó la cifra récord de más de 36 billones de dólares, es decir, más de 230,000 dólares de deuda por contribuyente. Sólo el pago de intereses fue de más de 1 billón de dólares, más de una quinta parte de los ingresos del gobierno federal.
El déficit federal en 2024 era de casi 2 billones de dólares, lo que suponía un aumento del 8 por ciento respecto a 2023, según el Tesoro estadounidense. La última vez que Washington tuvo superávit fue hace 24 años.
Por lo general, los economistas ven la deuda como una herramienta para la gestión fiscal de un país; por lo tanto, no se considera intrínsecamente mala. Sin embargo, el nivel cada vez más alto de deuda es preocupante.
El gobierno de EE. UU. no tiene una pista ilimitada para pedir dinero prestado, dijo Xie, por lo que la administración debe actuar con rapidez.
El historiador Victor Davis Hanson describe el tema de Trump como «reciprocidad por mandato».
«Estados Unidos ya no es lo suficientemente rico o poderoso como para subvencionar las economías y los ejércitos de sus amigos, o para ignorar y resbalar ante la agresión de sus enemigos», dijo el miembro de la Institución Hoover a The Epoch Times.
La imposición de aranceles recíprocos por parte de la administración Trump significa que «ni nuestros amigos, la UE, ni nuestros enemigos, como China, seguirán acumulando enormes superávits comerciales mediante el uso del proteccionismo mercantil asimétrico», afirmó.
Trump dijo que su equipo tendría en cuenta las barreras comerciales arancelarias y no arancelarias a la hora de determinar los aranceles recíprocos.
Además de los aranceles elevados, muchos países dificultan la entrada de empresas extranjeras en sus mercados mediante preferencias regulatorias y subvenciones a las empresas nacionales.
El 31 de marzo, el USTR publicó su informe anual en el que se detallan, por países, las barreras comerciales en 14 categorías, incluidas las políticas de importación, los procesos de contratación pública, las subvenciones y el favoritismo a las empresas estatales.
Al mismo tiempo, muchas empresas extranjeras comercian en el mercado abierto estadounidense con pocas barreras. Ningún gobierno o empresa extranjera renunciará voluntariamente a tales privilegios, dijo Xie, por lo que la administración Trump tendrá que intervenir.
El reloj de la deuda nacional mostrado en una estación de autobuses en Washington el 2 de enero de 2025. (Madalina Vasiliu/The Epoch Times)
Los «15 sucios»
Adoptar el enfoque de los «15 sucios» es una «cuestión de priorización» para gestionar la aplicación de la política de reciprocidad, dijo Xie.Citó la regla del 80-20 en los negocios, que afirma que normalmente el 80 por ciento del problema lo causa el 20 por ciento de los actores. En este caso, dijo, la administración identificó al 15 por ciento que contribuyó a la mayor parte del desequilibrio.
La Casa Blanca aún no hizo pública su lista de los «15 países sucios». Sin embargo, los datos oficiales muestran que los 15 socios comerciales que mantienen los mayores superávits comerciales con Estados Unidos son: China, la Unión Europea, México, Vietnam, Taiwán, Canadá, Japón, Corea del Sur, Tailandia, India, Suiza, Malasia, Indonesia, Camboya y Sudáfrica.
Gráfico: The Epoch Times Fuente: La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. Creado con Datawrapper
Gráfico: The Epoch Times Fuente: La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. Creado con DatawrapperThe Epoch Times revisó la tasa de crecimiento del déficit comercial de Estados Unidos con estos 15 socios comerciales desde 1999 hasta 2024, centrándose en los años hito de 2018 y 2022. Trump impuso aranceles por primera vez en 2018, y 2022 es el primer año en que el impacto de la pandemia debió remitir en gran medida.
Si la línea de tendencia sube, en el caso de la Unión Europea y México, el socio aceleró el crecimiento de su superávit comercial con Estados Unidos en los últimos años. Si la línea de tendencia va hacia abajo, en el caso de China, el déficit comercial de Estados Unidos con el país se hizo lento, aunque sigue existiendo una balanza comercial negativa.
Aunque China sigue siendo el número uno en cuanto al tamaño de su superávit comercial con Estados Unidos, su participación en el total se redujo a la mitad, pasando de alrededor del 50 por ciento en 2018 al 25 por ciento en 2024. Sin embargo, esto no significa necesariamente que la dependencia de la cadena de suministro estadounidense de China disminuyó.
En muchos casos, la cadena de suministro simplemente se trasladó de China a un tercer país, pero las empresas chinas siguen dirigiendo la fabricación.
«Se está alejando la producción de China, pero Estados Unidos sigue dependiendo de empresas bajo el control de un régimen hostil», afirma Fletcher, que también forma parte del consejo asesor de Coalition for a Prosperous America, una organización de defensa que representa exclusivamente a los fabricantes que tienen producción en Estados Unidos.
Basar la fabricación en Estados Unidos eliminaría ese riesgo, dijo Fletcher, y eso es lo que pretenden las políticas de Trump.
Cuando se le preguntó por las reacciones de los fabricantes de automóviles a los nuevos aranceles del 25 por ciento, Trump dijo: «Depende si tienen fábricas aquí o no. Puedo decirle que si tienen fábricas aquí, están encantados.
«Si no tienen fábricas aquí, van a tener que ponerse en marcha y construirlas porque si no, tienen que pagar aranceles. Muy sencillo».
Contenedores de envío se apilan en el Puerto de Long Beach en Long Beach, California, el 4 de marzo de 2025. El presidente Donald Trump está listo para revelar aranceles recíprocos más amplios destinados a nivelar el comercio con 200 países el 2 de abril. (Frederic J. Brown/AFP via Getty Images)
Los precios subirán, ¿y después qué?
Mark Tallow, socio del bufete de abogados especializado en comercio Sandler, Travis y Rosenberg, dijo en el podcast de la empresa «Two Minutes in Trade» que algunos detalles específicos sobre los nuevos aranceles para automóviles y autopartes aún están en el aire. Sin embargo, basándose en las direcciones específicas en el proceso de implementación, dijo que los aranceles no parecen temporales.El presidente también dijo que los aranceles son «permanentes».
Fletcher dijo que ese es el estilo característico de Trump: «Todo lo que hace, lo hace este movimiento grande y contundente. Y luego empieza a hacer ajustes a posteriori».
Xie no cree que Trump vaya a hacer concesiones sobre los aranceles a los automóviles recién anunciados.
El presidente, dijo, quiere que el arancel genere suficiente dolor —y por tanto incentivo— para que la fabricación de autopartes se traslade a Estados Unidos.
Xie espera que los fabricantes de automóviles presionen a sus proveedores de piezas para que se trasladen a Estados Unidos. Añadió que si el 25 por ciento no es suficiente, Trump siempre puede añadir otro 5 por ciento o 10 por ciento.
Los precios de los coches subirán inevitablemente, dijo Fletcher. «La cuestión va a ser cómo se pone molesto el público con esto».
Trump anticipó que los fabricantes de automóviles extranjeros subirán los precios de sus coches. «No podría importarme menos si suben los precios porque la gente va a empezar a comprar coches fabricados en Estados Unidos», dijo a NBC News el 29 de marzo.
«No podría importarme menos. Espero que suban los precios, porque si lo hacen, la gente va a comprar coches fabricados en Estados Unidos. Tenemos muchos».
Fletcher dijo que el presidente ya pensó en dónde gastar los nuevos ingresos arancelarios para aliviar el dolor de los consumidores, porque propuso una deducción del impuesto sobre la renta en los préstamos para comprar coches fabricados en Estados Unidos. Cualquier cambio en las deducciones del impuesto sobre la renta necesitará la aprobación del Congreso, donde los republicanos tienen una escasa mayoría en ambas cámaras.
Según la Casa Blanca, se espera que los nuevos aranceles sobre los automóviles generen unos ingresos anuales adicionales de 100,000 millones de dólares y atraigan entre 600,000 y 1 billón de dólares en inversiones a Estados Unidos. Peter Navarro, uno de los principales asesores comerciales del presidente Trump, declaró a Fox News el 30 de marzo que los ingresos arancelarios globales alcanzarían más de 6 billones de dólares en la próxima década.
Xie dijo que los primeros indicios de los resultados de esas inversiones podrían aparecer en un plazo de 12 meses. Ello podría generar nuevos puestos de trabajo y más ingresos para los consumidores estadounidenses, quienes, con la ayuda de posibles recortes fiscales, podrían descubrir que pueden vivir con precios más altos.
Tax Foundation, un organismo de control de la política fiscal, estimó que los aranceles impuestos por Trump a partir del 25 de marzo costarían a Estados Unidos una caída del 0.4 por ciento del PIB y 309,000 empleos a tiempo completo. El análisis tuvo en cuenta los aumentos de precios y los ingresos arancelarios, pero no las inversiones incrementales que los aranceles pueden traer a Estados Unidos.
El presidente Donald Trump habla con la prensa antes de firmar una orden ejecutiva en el Despacho Oval el 26 de marzo de 2025. Trump anunció aranceles del 25 por ciento a todos los automóviles fabricados en el extranjero. (Win McNamee/Getty Images)Aunque los aranceles no causaron inflación durante el primer mandato de Trump, aumenta la preocupación de que lo hagan esta vez porque los gravámenes son más universales.
El resultado real es fruto de muchos factores. Importadores, exportadores y consumidores soportan juntos la carga del aumento de los precios. El tipo de bienes importa, porque si los consumidores están dispuestos a comprar productos nacionales alternativos, puede que el precio no suba tanto como los tipos arancelarios. Otras políticas que acompañan a los aranceles también pueden influir en los precios generales para los consumidores.
El 30 de marzo, Goldman Sachs afirmó que hay un 35 por ciento de probabilidades de que la economía estadounidense entrara en recesión en un plazo de 12 meses, frente al 20 por ciento de probabilidades estimado a principios de mes. El banco de inversión atribuyó el aumento a los aranceles, que elevan los precios y ralentizan el crecimiento.
Una pequeña ventana
Los aranceles son solo una pieza de la estrategia económica total de Trump, dijo Xie, señalando que la inversión de 500 mil millones de dólares de la administración en inteligencia artificial (IA) también desempeña un papel clave en el restablecimiento de la competencia económica mundial.En su opinión, el desarrollo de la IA provocará un cambio sísmico en la mano de obra en todo el mundo, y el líder tecnológico cosechará los mayores beneficios.
Los elevados costes laborales de Estados Unidos, el factor clave que impulsa a las empresas multinacionales a favorecer las inversiones extranjeras frente a las nacionales, podrían llegar a ser irrelevantes cuando la mano de obra sea mucho menos significativa en el proceso de producción.
«Va a transformar el mundo y cambiar radicalmente la forma de crear y distribuir la riqueza», declaró Xie a The Epoch Times.
Dada la creciente deuda de Estados Unidos y los pagos de intereses y la velocidad de la carrera de la IA, la administración tiene una pequeña ventana para actuar, dijo.
El segundo mandato de Trump se caracteriza hasta ahora por su ritmo vertiginoso. Con poco más de dos meses de gobierno, Trump abrió salvas en muchos frentes: reducir el gobierno, recortar el gasto, frenar la entrada de fentanilo, asegurar la frontera y aumentar la inversión privada.
El presidente utilizó los aranceles como pieza central para dirigir su política exterior, cambiar la cadena de suministro global y atraer inversiones a Estados Unidos.
Xie dijo que esas acciones rápidas son necesarias para cumplir las promesas de campaña de Trump.
«Creo que hay una verdadera urgencia».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
