Pfizer nombró a Patrizia Cavazzoni, exdirectora de la división de revisión de medicamentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), como su médica principal.
Cavazzoni, que trabajó en Pfizer antes de unirse a la FDA, dirigió el Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la agencia desde 2020 hasta mediados de enero. El lunes, Pfizer anunció que se reincorporaría a la empresa como directora médica y vicepresidenta ejecutiva.
Antes de su mandato en la FDA, Cavazzoni ocupó puestos de liderazgo sénior en gigantes farmacéuticos como Pfizer, Eli Lilly y Sanofi durante casi dos décadas. Durante sus años en Pfizer, dirigió las operaciones de desarrollo y ciencias clínicas en varios puestos de alto nivel, dijo la empresa.
El regreso de Cavazzoni a Pfizer es el último ejemplo de una transición de ex funcionarios de la FDA a puestos dentro de la industria farmacéutica.
Los críticos suelen referirse a estas transiciones de personal entre agencias federales de salud y grandes compañías farmacéuticas como una "puerta giratoria", expresando su preocupación por la posibilidad de que la independencia de las agencias se vea comprometida por intereses corporativos.
Public Citizen, un grupo de defensa progresista, condenó su recontratación.
"La decisión de Cavazonni demuestra que la puerta giratoria entre la FDA y las industrias que regula está vigente y continúa socavando la credibilidad de la FDA como agencia de salud pública", afirmó el grupo en un comunicado.
Otros ejemplos destacados de funcionarios de la FDA que hicieron una transición de este tipo incluyen a Scott Gottlieb, quien se desempeñó como comisionado de la FDA de 2017 a 2019. Gottlieb se unió a la junta directiva de Pfizer poco después de dejar su puesto y sigue siendo miembro de la junta en la actualidad.
De manera similar, Robert Califf, quien se desempeñó como comisionado de la FDA en la administración Obama, más tarde asumió un papel de asesor de Google Health y su filial Verily Life Sciences. En 2022, cuando Califf enfrentó audiencias de confirmación en el Senado para el mismo trabajo, tuvo que hacer una promesa ética de no buscar ningún puesto en la industria durante cuatro años después de dejar la agencia para asegurar los votos de la senadora Elizabeth Warren (D-MA) y otros demócratas que estaban en desacuerdo con su afiliación.
Robert F. Kennedy Jr., el recién confirmado Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), ha criticado abiertamente cómo tales transiciones comprometen la integridad del sistema de salud pública de la nación.
Kennedy, quien se postuló brevemente a la presidencia como candidato independiente el año pasado antes de abandonar su candidatura y respaldar a Trump, prometió "controlar a los cabilderos y cerrar de golpe la puerta giratoria" si era elegido.
Durante la audiencia de confirmación de Kennedy en el Senado el 29 de enero, Warren lo presionó para que dijera si su promesa de campaña seguía en pie.
"¿Se comprometerá a que, cuando deje este trabajo, no aceptará remuneración de una empresa farmacéutica, una empresa de dispositivos médicos, un sistema hospitalario o una aseguradora de salud durante al menos cuatro años, ni siquiera como gestor de intereses o miembro de una junta directiva?", preguntó.
"Me comprometo a hacerlo con gusto", respondió Kennedy.
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