El Departamento de Educación de EE. UU. ofreció a la mayoría de sus empleados una oferta de compra para que abandonen sus puestos a finales de este mes.
La agencia confirmó a The Epoch Times que el 28 de febrero envió un correo electrónico a su personal ofreciendo a los empleados «un pago de incentivo por separación de hasta USD 25,000».
«La oferta vence a las 11:50 p.m. (hora del Este) del lunes».
No se proporcionó información adicional sobre la oferta.
Este último esfuerzo de ahorro de costes se produce tras la cancelación de 900 millones de dólares en contratos relacionados con la agencia de Ciencias de la Educación del departamento y 101 millones de dólares en contratos vinculados a la formación en diversidad, equidad e inclusión en la educación.
Esas reducciones previstas se llevaron a cabo el mes pasado.
El presidente Donald Trump señaló previamente su intención de reducir el Departamento de Educación, trasladar sus funciones a otras agencias federales o estatales y, finalmente, eliminarlo. El departamento, creado en 1979, es el más pequeño de todas las agencias federales. Sus detractores dicen que nunca tuvo la intención de dar forma a las políticas y planes de estudio para la educación primaria y secundaria o superior, y el rendimiento de los estudiantes estadounidenses en comparación con los de otros países desarrollados ha disminuido durante sus 45 años de existencia.
Los legisladores señalaron que se requiere la aprobación del Congreso para eliminar el departamento. Mientras tanto, algunos han discutido trasladar sus funciones y flujos de financiación a otras agencias y a los estados a través de subvenciones en bloque. Las funciones federales de préstamos y becas para estudiantes, por ejemplo, podrían ser manejadas por el Departamento del Tesoro. El Departamento de Justicia está equipado para manejar la Oficina de Derechos Civiles de la agencia, y la recopilación de datos y la presentación de informes podrían encomendarse a la Oficina del Censo.
Los demócratas se oponen a la eliminación o reducción del Departamento de Educación. Antes de la confirmación de Linda McMahon como secretaria de Educación el 3 de marzo, los senadores señalaron que no podían apoyar a alguien que no respalda la misión original del departamento o que tiene la tarea de desmantelar la agencia que ella supervisa.
«Me enorgullece decir que todos los demócratas votarán en contra de McMahon», dijo el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, antes de la votación.
El resultado fue de 51-45, según las líneas del partido, con dos senadores ausentes.
El senador Chuck Grassley (R-Iowa) recordó a los opositores que el departamento existe principalmente para financiar una pequeña parte de los programas escolares. Apoya la reducción del tamaño de la agencia y confiar las decisiones educativas a los estados y a los consejos escolares locales.
«No existe un superintendente federal de educación», dijo. «No tengo motivos para creer que ella no pueda dirigir el Departamento de Educación».
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