El primer ministro Mark Carney visitó a la gobernadora general Mary Simon el 23 de marzo y solicitó la disolución del Parlamento, lo que provocó unas elecciones federales anticipadas para el 28 de abril.
Carney anunció las elecciones el día antes de que se convocara al Parlamento tras haber sido prorrogado el 6 de enero por su predecesor Justin Trudeau.
Si se hubieran reanudado los procedimientos en la Cámara de los Comunes, el gobierno liberal minoritario podría haber enfrentado un voto de censura, lo que también habría llevado a elecciones anticipadas.
Carney, que juró su cargo como primer ministro el 14 de marzo tras ganar las elecciones a la dirección del Partido Liberal, se presenta a las elecciones en un momento en el que los liberales han experimentado un repunte significativo en las encuestas.
Desde que Trudeau anunció su dimisión a principios de año, y con el recrudecimiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, los liberales han reducido la diferencia de 20 puntos en las intenciones de voto con los conservadores.
Más de un año y medio de malos resultados en las encuestas, junto con las pérdidas en las elecciones parciales clave del año pasado, habían indicado que los liberales se enfrentarían a una derrota electoral segura. Ahora, sin embargo, se prevé que la carrera sea reñida.
Una encuesta de Nanos publicada el 20 de marzo sitúa el apoyo a los conservadores en el 35 por ciento y el apoyo a los liberales en el 34 por ciento. El apoyo al NDP es del 16 por ciento. Algunas otras encuestas muestran que los liberales van a la delantera.
La última encuesta de Léger publicada el 17 de marzo sugiere un 42 por ciento para los Grits de Carney, frente al 39 por ciento de los Tories del líder conservador Pierre Poilievre. Esta fue la primera vez desde principios de 2023 que la encuesta de Léger situó a los liberales por delante de los conservadores.
La encuesta dice que el NDP cayó al 9 por ciento en las intenciones de voto de los votantes decididos, mientras que el apoyo al Bloc Québécois también disminuyó en Quebec con el resurgimiento de los liberales.
Se espera que los temas clave de las elecciones sean cómo lidiar con la administración del presidente estadounidense Donald Trump y cómo fortalecer la economía frente a los elevados aranceles estadounidenses y los contraaranceles canadienses.
Trump impuso dos tipos de gravámenes a Canadá hasta la fecha, incluidos aranceles del 25 por ciento con una exención de 30 días para los productos que cumplen con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. El 2 de abril, la administración implementará gravámenes adicionales recíprocos a todos los países.
Mientras tanto, China aumentó la presión sobre Canadá, ejecutando a cuatro ciudadanos canadienses por cargos de drogas e imponiendo aranceles a algunos productos agrícolas y mariscos canadienses.
Anuncios previos a la campaña
Carney y Poilievre hicieron varios anuncios previos a la campaña en los últimos días, buscando posicionarse cada uno como el líder más adecuado para dirigir la economía de Canadá a través de aguas turbulentas.Carney dijo que cancelaría el plan liberal de aumentar la tasa de inclusión del impuesto sobre las ganancias de capital y eliminar el GST en la venta de casas nuevas, similar a una promesa que los conservadores habían hecho anteriormente.
Carney también prometió reforzar la seguridad en el Ártico, trabajar con los primeros ministros para desarrollar un corredor nacional de comercio y energía y agilizar los proyectos, y eliminar todas las barreras federales al comercio interior. También anunció algunas medidas de desgravación arancelaria, como la supresión del período de espera para el seguro de empleo, y dijo que el programa de atención dental se ampliará pronto para incluir a más canadienses. El 23 de marzo, dijo que recortaría el 1 por ciento del tramo impositivo más bajo.
Poilievre hizo una serie de anuncios relacionados con la aceleración del desarrollo de grandes proyectos mediante la expedición de permisos federales de manera más oportuna y la creación de zonas de permisos previos. Además, prometió agilizar los permisos para el desarrollo de los recursos naturales en la región del «Anillo de Fuego» del norte de Ontario.
El líder conservador también anunció iniciativas que apoyarían a los canadienses trabajadores, incluida la financiación de programas de aprendizaje y la posibilidad de que los trabajadores trabajen en todo el país. Dijo que reducirá los impuestos y «liberará nuestra producción de recursos», y se centrará en hacer que Canadá sea competitivo ante Estados Unidos.
Durante la campaña, un tema de controversia entre los liberales y los conservadores serán las políticas de emisiones netas cero y cómo se relacionan con la prosperidad económica de Canadá.
Carney suspendió el impuesto al carbono para los consumidores y las pequeñas empresas el 14 de marzo, pero se ha comprometido a reforzar el régimen para compensar a los grandes emisores industriales. También dijo que mantendrá el límite de emisiones para el sector del petróleo y el gas, a lo que Alberta se opone, alegando que actúa como un límite a la producción.
Poilievre, que ha hecho campaña durante mucho tiempo para eliminar el impuesto sobre el carbono, dijo que además eliminaría el impuesto sobre el carbono a la industria para reducir los costes para los canadienses e impulsar el crecimiento económico.
Mientras tanto, el líder del NDP, Jagmeet Singh, acusa tanto a los liberales como a los conservadores de velar por los intereses de las grandes corporaciones, diciendo que su partido es el que apoya a los canadienses de a pie.
El partido afirma que fue gracias a su acuerdo en virtud del pacto de suministro y confianza que el gobierno introdujo los programas de atención dental y de seguro de medicamentos, y ha criticado a Carney por eliminar la ampliación del impuesto sobre las ganancias de capital, diciendo que la medida beneficiará a los ricos.
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