WASHINGTON—Mientras el presidente Donald Trump remodela la postura de Estados Unidos en materia de comercio, otros actores globales podrían estar abriendo nuevas fronteras entre sí.
El periódico alemán Handelsblatt informa que los aranceles de la Unión Europea sobre los vehículos eléctricos de China podrían eliminarse pronto como resultado de las nuevas negociaciones entre ambos.
Wang Wentao, ministro de Comercio de China, habló con el Comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, a finales de marzo durante el viaje de Sefcovic a Beijing.
El resumen de la Comisión Europea sobre las conversaciones de Sefcovic con funcionarios chinos, que también incluyeron reuniones con un viceprimer ministro y el ministro de Aduanas, afirma que abordaron «las inversiones en la cadena de suministro de vehículos eléctricos».
«Acordaron mantener un diálogo que abarque todas las cuestiones comerciales y de inversión relacionadas con la cadena de suministro de vehículos eléctricos, con el fin de garantizar que contribuyen en mayor medida a la competitividad europea a largo plazo y a la creación de puestos de trabajo de calidad», señala el resumen.
Las exportaciones chinas de vehículos eléctricos a Europa se dispararon en los últimos años.
En octubre de 2024, los Estados miembros de la Unión Europea votaron a favor de aplicar aranceles a esos vehículos tras una investigación de la Comisión Europea.
Bajo la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos estableció un arancel del 100 por ciento sobre los vehículos eléctricos chinos.
En 2024, la UE registró un déficit comercial con China de más de 300,000 millones de euros, equivalentes a casi USD 340,000 millones.
El medio alemán Handelsblatt informó el 10 de abril que las reuniones de marzo entre Wang y Sefcovic abrieron las negociaciones para poner fin a los aranceles de la UE a los vehículos eléctricos.
La noticia llega días después de una llamada telefónica el 7 de abril entre el primer ministro chino Li Qiang y la dirigente de la UE Ursula von der Leyen.
Un resumen de la Comisión Europea de esa llamada, que tuvo lugar antes de que Trump anunciara una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos para los países aparte de China, acusó a las medidas comerciales estadounidenses contra la UE, China y otros países de ser una fuente de «perturbación generalizada».
En su llamada con Qiang, von der Leyen «recordó la urgencia de soluciones estructurales para reequilibrar la relación comercial bilateral y garantizar un mejor acceso de las empresas, productos y servicios europeos al mercado chino», según el resumen.
Después de que Trump anunciara la pausa el 9 de abril, von der Leyen escribió en X: «Queremos dar una oportunidad a las negociaciones».
«Si las negociaciones no son satisfactorias, entrarán en vigor nuestras contramedidas», declaró. Esa pausa durará también 90 días.
Junto a la noticia de la pausa, Trump anunció que China, que tomó represalias por los nuevos aranceles, se enfrentaría a una tasa aún más pronunciada, que pasaría del 104 al 125 por ciento. La Casa Blanca confirmó el 10 de abril que los aranceles sobre los productos chinos alcanzaban ahora el 145 por ciento, tras tener en cuenta el 20 por ciento impuesto anteriormente como forma de combatir las exportaciones de fentanilo procedentes de China.
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