Robert F. Kennedy Jr. prometió iniciar "una nueva era de transparencia radical" cuando se dirigió a su personal como secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) por primera vez el 18 de febrero.
"No voy a venir aquí e imponer mis creencias sobre las suyas. En su lugar, vamos a trabajar juntos para iniciar una nueva era de transparencia radical", dijo Kennedy. "Solo a través de la transparencia radical podemos proporcionar a los estadounidenses un consentimiento informado genuino, que es la base y la piedra angular de la democracia".
La "misión principal" de Kennedy en el HHS, dijo, es "revertir la epidemia de enfermedades crónicas".
La transparencia es la forma de lograr ese objetivo.
"La transparencia permite a las diversas partes establecer un terreno común de información de confianza mutua", dijo Kennedy.
Señaló que muchas agencias gubernamentales están "cautivas de las industrias con fines de lucro" y "estancadas en el secretismo burocrático".
Kennedy se postuló a las elecciones presidenciales como demócrata y luego como independiente antes de poner fin a su candidatura a la Casa Blanca el pasado mes de agosto. Tras respaldar al candidato, el expresidente Donald Trump, estableció el movimiento "Make America Healthy Again" (MAHA) y prometió poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas del país, que fue una parte clave de su propia plataforma de campaña presidencial.
El exdemócrata fue nominado por Trump para convertirse en secretario del HHS antes de someterse a un riguroso proceso de confirmación que finalizó el 13 de febrero, cuando el Senado de EE. UU. votó a favor de Kennedy, 52-48, en su mayoría de forma partidista. El senador Mitch McConnell (R-Ky.) fue el único republicano que no apoyó a Kennedy.
"He rezado cada mañana durante las dos últimas décadas para que Dios me ponga en una posición en la que pueda resolver la epidemia de enfermedades crónicas infantiles. Y ahora, gracias a usted, señor presidente, haremos realidad esta promesa", dijo Kennedy al jurar su cargo el 13 de febrero en el Despacho Oval.
El HHS gestiona 13 agencias, entre las que se incluyen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Kennedy ha prometido cambios significativos en todo el departamento.
Dijo en repetidas ocasiones que poco cambiará hasta que se aborde la influencia de las corporaciones gigantes o privadas en la FDA, los CDC y el Departamento de Agricultura.
"Entiendo que el problema principal es el sistema y no las personas que lo integran", dijo Kennedy.
La remodelación de las agencias dependientes del HHS "recuperará su reputación como fuentes intachables de información científica para orientar a los profesionales médicos, al público y al mundo entero en la formulación de políticas", señaló.
Robert F. Kennedy, Jr., testifica ante el Comité de Finanzas del Senado en el Capitolio el 29 de enero de 2025. (Madalina Vasiliu/The Epoch Times)"Eliminaremos los conflictos de intereses en los comités y socios de investigación cuando sea posible, o los equilibraremos con otras partes interesadas. Cerraremos la puerta giratoria para restablecer la confianza pública", dijo. "Haremos que nuestros datos y nuestro proceso político sean tan transparentes que la gente ni siquiera tendrá que presentar una solicitud de FOIA".
Kennedy también dijo que planea "investigar" si los medicamentos antidepresivos y las vacunas infantiles se encuentran entre los múltiples "factores posibles" de la epidemia de enfermedades crónicas en el país.
"Nada estará fuera de los límites", prometió Kennedy.
"Convocaremos a representantes de todos los puntos de vista para estudiar las causas del aumento drástico de las enfermedades crónicas", dijo Kennedy. "Algunos de los posibles factores que investigaremos eran formalmente tabú o no se habían examinado lo suficiente".
Durante su discurso, Kennedy hizo referencia a su reciente "proceso de confirmación altamente polarizado".
Kennedy dijo a los miembros de su personal que las narrativas de los medios de comunicación sobre él, muchas de las cuales lo etiquetan como "antivacunas" y "teórico de la conspiración" sin emitir sus comentarios completos, han "dificultado la comprensión de quién soy y qué creo y qué represento".
"Muchas veces, cuando leo estos artículos que me caracterizan, pienso: yo tampoco querría trabajar para ese tipo", añadió.
Kennedy pidió a los empleados del HHS que "inicien una relación dejando de lado cualquier prejuicio que puedan tener sobre mí. Y empecemos desde cero".
A lo largo de su carrera, continuó Kennedy, ha hecho preguntas difíciles y ha llegado a conclusiones impopulares.
"Voy a seguir haciendo ese tipo de preguntas. Lo que le prometo ahora es que no me tomaré en serio mis respuestas preconcebidas", dijo.
Durante el proceso de confirmación, los demócratas expresaron su preocupación de que Kennedy fuera un "títere" para la agenda de la administración Trump. El 18 de febrero, Kennedy prometió que su liderazgo representaría una mentalidad abierta.
"Prometo estar dispuesto a equivocarme. Prometo escuchar a todas las partes interesadas, a todas las partes de la conversación, incluidas aquellas, especialmente aquellas, con las que he estado en desacuerdo en el pasado", dijo Kennedy.
"Prometo mantener una mente abierta a todas las posibilidades y contingencias. Espero que todos ustedes se unan a mí en este compromiso porque la salud de nuestra gente es mucho más importante que tener razón o ser reivindicado".
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