Los líderes de Dinamarca y Groenlandia se oponen a la propuesta de la administración Trump de hacerse cargo de Groenlandia tras una controvertida visita al territorio del vicepresidente JD Vance.
Jens-Frederik Nielsen, el nuevo primer ministro de Groenlandia, dijo el 28 de marzo que la visita de Vance señalaba una "falta de respeto" y pidió unidad política para combatir la injerencia extranjera.
"En un momento en el que, como pueblo, estamos bajo presión, debemos permanecer unidos", declaró Nielsen durante una conferencia de prensa en Nuuk el 28 de marzo.
Los comentarios se produjeron pocas horas después de que Vance encabezara una delegación a una base de las Fuerzas Espaciales de Estados Unidos en Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca. Acusó a los dirigentes daneses de invertir poco en defensa, lo que, según él, permitió la infiltración china y rusa en el continente americano.
"Nuestro mensaje a Dinamarca es muy sencillo: No hicieron buen trabajo por el pueblo de Groenlandia", dijo Vance el viernes en la Base de la Fuerza Espacial de Pituffik.
"Dinamarca no siguió el ritmo ni dedicó los recursos necesarios para mantener esta base, para mantener a nuestras tropas y, en mi opinión, para mantener al pueblo de Groenlandia a salvo de un montón de incursiones muy agresivas de Rusia, China y otras naciones".
Vance afirmó en repetidas ocasiones que los ejércitos chino y ruso están utilizando las vías fluviales de Groenlandia, sin proporcionar detalles sobre los supuestos incidentes.
Estados Unidos redujo considerablemente su gasto en defensa del Ártico a lo largo de las décadas, incluso en Groenlandia.
En este sentido, el Ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, declaró que Estados Unidos mantuvo 17 bases y más de 10,000 militares en todo el territorio durante la Guerra Fría, pero ahora sólo mantiene una base con unos 200 efectivos.
Dinamarca, por su parte, está llevando a cabo un esfuerzo de 2000 millones de dólares para modernizar sus capacidades en la región. Rasmussen también señaló su deseo de gastar más.
"[Vance] tiene razón al decir que no hicimos lo suficiente, pero me siento un poco provocado porque también son los estadounidenses los que no hicieron lo suficiente", declaró Rasmussen.
Del mismo modo, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo que el carácter de la administración Trump no era justo e iba en contra del espíritu de la estrecha alianza que ambas potencias comparten desde hace más de 80 años.
El deterioro de las relaciones se produce en medio de una agresiva campaña del presidente Donald Trump para anexar Groenlandia. Trump prometió poner el territorio bajo control estadounidense y se negó a descartar el uso de la fuerza militar para lograrlo.
Trump dijo que poseer Groenlandia es una "necesidad absoluta" para mantener la seguridad internacional y Vance dijo que controlar los minerales de Groenlandia será vital para alimentar la futura economía de Estados Unidos.
Las encuestas demostraron que los groenlandeses se oponen mayoritariamente a formar parte de Estados Unidos.
Asimismo, la visita de Vance provocó alguna de las mayores manifestaciones públicas de la historia de Groenlandia, con manifestantes que llevaban sombreros o agitaban pancartas con lemas como "Hagamos que EE. UU. se vaya" y "Yankees váyanse a casa".
Con información de Reuters.
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