EE. UU. y Rusia se reúnen para retomar relaciones y discutir Ucrania

Mike Waltz en reunión

El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, es recibido por el viceministro saudí de Asuntos de Protocolo, Abdulmajeed al-Smari, a su llegada al Aeropuerto Internacional Rey Jalid de Riad el 17 de febrero de 2025. (Evelyn Hockstein/AFP vía Getty Images)

Por Andrew Thornebrooke18 de febrero de 2025, 0:34 a. m.
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Altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reúnen en Arabia Saudí para tratar la reapertura de relaciones normales y el inicio de negociaciones para un alto el fuego en Ucrania.

El secretario de Estado, Marco Rubio, viajó a Riad con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, después de la llamada telefónica que mantuvieron la semana pasada los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin.

Rubio llegó a la capital saudí el 17 de febrero y estará acompañado en las conversaciones por el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y el enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff.

Lavrov estará acompañado por Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin.

Ushakov declaró a los medios estatales rusos el 17 de febrero que Moscú y Washington aún no habían acordado la forma precisa de iniciar las conversaciones de paz sobre Ucrania, ya que Estados Unidos no había designado a un negociador principal que hable con Rusia en nombre de Trump.

La reunión de Lavrov con Rubio, indicó, se espera que sea "de negocios" y se centre en "restaurar toda la gama de relaciones entre Estados Unidos y Rusia".

Para este fin, señaló Ushakov, el director del fondo soberano de Rusia también podría estar presente para tratar temas emergentes relacionados con asuntos económicos.

También se espera que los funcionarios comiencen a organizar una reunión presencial entre Trump y Putin, ya que la nueva administración en Washington busca normalizar los vínculos con Moscú después de años de fuertes sanciones y un apagón diplomático entre las dos potencias por la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania hace casi tres años.

Arabia Saudí desempeñó un papel fundamental al facilitar los primeros contactos entre la administración Trump y el Kremlin, ayudando a las dos potencias a asegurar un intercambio de prisioneros la semana pasada.

Aunque es probable que el tema de la actual guerra de Rusia en Ucrania sea un punto central de las conversaciones, Ushakov dijo que estas serían un asunto "puramente bilateral" y no incluirían a los dirigentes ucranianos.

La intensificación de la actividad diplomática entre Washington y Moscú ha puesto en alerta a los líderes europeos, y muchos aliados de Estados Unidos ahora se preguntan abiertamente si la administración Trump pretende excluir a las potencias europeas de la negociación de una paz que ponga fin a la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Por ello, los líderes del Reino Unido, Alemania, Polonia, Italia, Dinamarca, la Unión Europea y la OTAN convocaron una reunión de emergencia durante el fin de semana para discutir la organización de mayor asistencia europea a Ucrania y elaborar estrategias sobre el papel que podría desempeñar el continente para asegurar el territorio ucraniano durante un acuerdo de paz.

Las preocupaciones sobre el diálogo de la administración Trump con Moscú también surgen tras las declaraciones de Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania y Rusia, quien sugirió la semana pasada que las potencias europeas no tendrían un lugar en la mesa de negociaciones después de que Estados Unidos les pidiera que proporcionaran tropas para asegurar Ucrania.

Durante un evento organizado por un magnate ucraniano a principios de mes, Kellogg dijo que pensaba que la idea de que Europa participara en las conversaciones de alto el fuego entre Ucrania y Rusia "no va a suceder".

"Pueden sentarse a la mesa a hablar los ucranianos, los rusos y, por supuesto, los estadounidenses", dijo Kellogg.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, también afirmó que las potencias que realmente quedarían encargadas de llevar a cabo un acuerdo de alto el fuego deberían participar en las negociaciones.

"Ucrania nunca aceptará acuerdos hechos a nuestras espaldas sin nuestra participación, y la misma regla debería aplicarse a toda Europa", dijo durante un discurso el 15 de febrero en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

"Hace unos días, el presidente Trump me habló de su conversación con Putin. Ni una sola vez mencionó que Estados Unidos necesita a Europa en la mesa. Eso dice mucho".

Rubio, como principal diplomático de Estados Unidos, ha intentado desde entonces matizar la posición de la Administración sobre el lugar de Europa en la mesa de negociaciones, diciendo el 16 de febrero que aún no se había iniciado formalmente un proceso de negociación y que Europa sería incluida si las conversaciones avanzaban más.

La reunión del 18 de febrero en Riad y la conducta de Rusia en las semanas siguientes, dijo Rubio, determinarían si la administración Trump creía que Moscú estaba realmente comprometido con una negociación de paz.

Asimismo, Kellogg revisó su postura el 17 de febrero, afirmando que nadie impondría un acuerdo de paz a Kiev sin su consentimiento y que Washington aclararía su posición sobre las misiones europeas de mantenimiento de la paz en Ucrania más adelante.

Desde entonces, Washington ha enviado un cuestionario a las capitales europeas para consultar su posible contribución a las garantías de seguridad para Kiev.

Los líderes de Alemania, Suecia y Reino Unido han expresado su disposición a enviar fuerzas de mantenimiento de la paz a Ucrania, siempre que reciban un mandato claro y aceptable.

"Estamos ante un momento único para la seguridad colectiva de nuestro continente", dijo el 17 de febrero el Primer Ministro británico, Keith Starmer. "No solo se trata de una cuestión sobre el futuro de Ucrania: es existencial para Europa en su conjunto".

"No lo digo a la ligera", afirmó. "Pero cualquier papel en ayudar a garantizar la seguridad de Ucrania es ayudar a garantizar la seguridad de nuestro continente y la seguridad de este país".

Sin embargo, no todas las potencias europeas están dispuestas a comprometerse a desplegar tropas sobre el terreno, ni siquiera entre los mayores financiadores de Ucrania.

El Primer Ministro polaco Donald Tusk, por ejemplo, dijo que Varsovia continuaría proporcionando ayuda humanitaria y de seguridad a Kiev, pero que no enviaría tropas.

No obstante, Tusk añadió que Polonia proporcionaría apoyo logístico y político a los países que envíen tropas a Ucrania.

Con información de Reuters y The Associated Press.


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