La Universidad de Harvard anunció una congelación temporal de la contratación de profesores y personal como parte de un esfuerzo más amplio para gestionar las "incertidumbres financieras" causadas por los "rápidos cambios en las políticas federales".
La decisión, que entra en vigor de inmediato, se detalló en una carta del presidente de Harvard, Alan M. Garber
y otros altos cargos administrativos el 10 de marzo.
"Con efecto inmediato, Harvard implementará una pausa temporal en la contratación de personal y profesores en toda la Universidad", se lee en la carta.
La dirección de la universidad citó su preocupación por los posibles cambios en la financiación federal y otras presiones económicas que afectan a las instituciones de educación superior de todo el país.
Los responsables de Harvard hicieron hincapié en que la pausa en la contratación tiene por objeto preservar la "flexibilidad financiera hasta que comprendamos mejor cómo tomarán forma los cambios en la política federal y podamos evaluar la magnitud de su impacto".
Aunque se espera que la congelación dure todo el semestre actual, la dirección de la universidad revisará la decisión a medida que evolucionen las circunstancias.
Más allá de la paralización de la contratación, la universidad pide a sus facultades y unidades administrativas que examinen sus presupuestos detenidamente.
Esto incluye el escrutinio de los gastos discrecionales y no salariales, la reevaluación de los proyectos de renovación de capital y la revisión de los nuevos compromisos financieros plurianuales. Las medidas tienen como objetivo "desarrollar a largo plazo la capacidad necesaria para avanzar en las prioridades académicas en un momento de ingresos inciertos", según la carta.
La decisión de Harvard se produce en un contexto de retos financieros más amplios a los que se enfrentan las universidades de investigación. El mes pasado, la universidad abordó las preocupaciones sobre la financiación federal de la investigación científica, en particular una nueva política de los Institutos Nacionales de Salud que reduce el apoyo a los costos indirectos de los proyectos de investigación.
Los dirigentes de la universidad advirtieron que tales reducciones podrían "recortar la financiación y la actividad investigadora en Harvard y en casi todas las universidades de investigación de nuestro país".
Los costos indirectos en cuestión cubren infraestructuras esenciales como el espacio de laboratorio, el mantenimiento de equipos y el apoyo administrativo, recursos de los que dependen las instituciones para mantener los esfuerzos de investigación a gran escala.
Aunque la situación financiera de Harvard se mantiene sólida en comparación con la de muchas instituciones, sus dirigentes gestionan de forma proactiva los riesgos asociados a las fuentes de financiación externas.
"Debemos prepararnos para una amplia gama de circunstancias financieras y llevará tiempo identificar e implementar los ajustes estratégicos", se lee en la carta del 10 de marzo.
La universidad también reafirmó su compromiso de "defender la educación superior en la capital de nuestra nación y más allá", manteniendo al mismo tiempo su misión principal de investigación, enseñanza y aprendizaje.
Se podrán hacer excepciones a la congelación de la contratación para puestos que se consideren esenciales, en particular los relacionados con proyectos de investigación financiados con fondos externos. Los responsables de Harvard dijeron que trabajarán en estrecha colaboración con los líderes escolares y administrativos para determinar cuándo se justifican las excepciones.
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