P: Latte, nuestro gato doméstico de 8 años, empezó a llorar de repente y a arrastrarse sobre sus patas delanteras mientras arrastraba las traseras. Lo llevamos rápidamente al veterinario, que le diagnosticó una tromboembolia en silla de montar y recomendó la eutanasia porque el pronóstico de Latte era muy grave.
Estuvimos de acuerdo, pero debido al estrés de Latte y al nuestro en ese momento, no recordamos todo lo que dijo el veterinario sobre su estado. Por favor, explícalo.
R: Lamento mucho su experiencia y le doy el pésame.
Una tromboembolia aórtica en de silla de montar es un coágulo que se forma en el corazón, viaja a través de la gran arteria llamada aorta y se aloja en la "silla de montar", donde la aorta se ramifica en las arterias que suministran sangre a las patas traseras.
El coágulo bloquea el flujo sanguíneo a las patas traseras, causando dolor intenso, pérdida de la función de las patas traseras, enfriamiento de las patas traseras con almohadillas pálidas o azuladas y disminución o ausencia de pulso en las patas traseras.
En el 78 por ciento de los gatos ambas patas traseras se ven afectadas y en el 21 por ciento, una sola pata trasera.
En más del 90 por ciento de los gatos con tromboembolia en silla de montar, la causa es una enfermedad cardíaca, generalmente una afección llamada miocardiopatía hipertrófica que no era evidente. La prevalencia es mayor en los machos. La tromboembolia en silla de montar suele aparecer entre los 8 y los 12 años de edad.
La mitad de los gatos con tromboembolia también presentan insuficiencia cardíaca congestiva, con exceso de líquido en los pulmones y dificultades respiratorias, incluida la respiración rápida con la boca abierta.
El pronóstico es grave: solo un pequeño porcentaje de gatos con tromboembolia de silla de montar sobrevive. Las complicaciones a largo plazo son comunes, y el tromboembolismo reaparece en la mitad de los sobrevivientes.
Cómo manejar la presencia de perros en la piscina comunitaria
P: Algunos de nuestros vecinos permiten que sus perros naden en la piscina comunitaria. A otros que no tenemos perros no nos gusta. Por favor, denos datos que nos ayuden a mantener a los perros fuera de la piscina.R: Puede que mi respuesta no le ayude tanto como desea. Durante 10 años, fui propietario de una casa con una piscina de hormigón enterrada, y mis perros nadaban en ella sin ningún problema para ellos, para nosotros los humanos o para el sistema de filtración de la piscina.
Sin embargo, unos amigos que contaban con revestimientos de vinilo en sus piscinas se quejaron de que las uñas de sus perros arañaban los revestimientos, así que eso es un problema si la piscina de su comunidad tiene un revestimiento similar.
Si le preocupa que los perros propaguen enfermedades, sospecho que es más probable que contraiga algo de otro humano con el que se encuentre en la piscina.
Aun así, los perros pueden compartir algunas enfermedades con los humanos. Para ayudar a prevenirlo, cada perro de la comunidad debe tener una vacuna antirrábica vigente. Además, todos los perros que naden en la piscina comunitaria deben estar sanos.
Eso significa que no deben tener infecciones cutáneas, diarrea, vómitos, tos ni estornudos. En este sentido, las personas que utilizan la piscina deben estar igualmente sanas.
Puede colocar un cartel pidiendo a la gente que lave a sus perros con una manguera antes de que entren en la piscina para eliminar las hojas o la suciedad del pelaje del perro.
Si la mayoría de la comunidad prefiere que los perros no naden en la piscina durante el verano, considere un compromiso: al final de cada temporada, antes de vaciar y limpiar la piscina, invite a los perros a nadar.
Haga del evento una recaudación de fondos para la piscina, el parque para perros de la comunidad, el refugio de animales local o de rescate de perros, o la escuela veterinaria más cercana. Llámelo Paws in the Pool, Pooch Plunge o Doggie Paddle, y conviértalo en un evento anual.
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