8 maneras de vivir con generosidad

Vivir con generosidad no significa solo dar dinero o ser voluntario, aunque estos son excelentes ejemplos. (Imagen de cookie_studio/Freepik)Vivir con generosidad no significa solo dar dinero o ser voluntario, aunque estos son excelentes ejemplos. (Imagen de cookie_studio/Freepik)
VidaPor Mike Donghia25 de marzo de 2025, 2:18 p. m.
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Hay mucha gente buena en este mundo, pero el tono de nuestra sociedad parece moverse en una dirección más egoísta. En general, cada vez hay más personas que buscan su propia satisfacción a expensas de la comunidad que les rodea.

Necesitamos más personas que construyan mejores familias, barrios y ciudades —no simplemente critiquen lo que consideran que está mal en la sociedad— y tengo algunas sugerencias para ayudar en ese sentido.

Mi pequeña contribución en este ámbito consiste en vivir con más generosidad de muchas maneras y animar a los demás a adoptar este mismo estilo de vida. Creo que descubrirá, como yo, que es una forma más satisfactoria de vivir. Somos seres sociales diseñados para conectar con los demás y una de las mejores formas es dar de nosotros mismos.

Vivir con generosidad

Vivir con generosidad no significa solo dar dinero o ser voluntario, aunque estos son excelentes ejemplos. Es una actitud que adoptas ante la vida y que implica abrirse a los demás, preocuparse menos por sí mismo y soltar lo que legítimamente reclama como suyo. A continuación, ocho maneras de compartir con su comunidad.

1. Comparta su tiempo

En países ricos como Estados Unidos, uno de los regalos más preciados que puedes dar, es tu tiempo. Esto se debe a que normalmente se puede ganar más dinero, pero la cantidad de tiempo de que disponemos es fija, aunque en última instancia la desconocemos. Hay muchas maneras de dar su tiempo: hágase voluntario en una escuela o en un evento local, o esté presente con un vecino necesitado.

2. Elogie a los demás

Hasta la más pequeña palabra amable puede alegrar el día a alguien si se dice sinceramente. La mayoría de la gente se siente demasiado avergonzada o ensimismada para hacer un cumplido a otra persona, pero ésta es una de las formas más fáciles de vivir con generosidad. Un cumplido sencillo y auténtico cuesta muy poco, pero puede tener un gran efecto positivo en quien lo recibe. Puede que al principio no te resulte natural, pero como todo, con la práctica te resultará cada vez más fácil.

3. Ofrezca sus habilidades y talentos

Puede que se considere alguien promedio en la mayoría de las cosas, pero incluso si ese es el caso, es prácticamente seguro que posee alguna habilidad valiosa que puede enseñarle a alguien. O, si es usted una persona sana y sin discapacidades, es probable que haya personas mayores o enfermas en su vida que necesiten ayuda con el trabajo físico. Si está dispuesto a buscar, existen oportunidades en todas partes para quienes estén dispuestos a vivir con generosidad.

4. Perdonar rápida y plenamente

Dejar atrás rápidamente los rencores y los desaires es un poderoso acto de generosidad. Quizás sintamos que solo les devolvemos lo que merecen cuando guardamos rencor o les damos la espalda, pero esa actitud solo aviva las relaciones rotas. Si tiene la suerte de tener personas que le aman tal como es usted, con defectos y todo, una forma de devolver ese favor es negarse a aferrarse a los sentimientos negativos.

5. Practique la hospitalidad

Invitar a alguien a su casa y ofrecerle una comida caliente y una buena conversación es una de las cosas más generosas que una persona puede hacer por otra. La idea de cocinar para alguien y comer juntos fomenta un nivel de intimidad que pocas prácticas de nuestro mundo moderno permiten. Cuando practica la hospitalidad, naturalmente está prestando a alguien toda su atención. Deje a un lado los móviles, el trabajo y las distracciones para estar completamente presente con sus invitados.

6. Asuma lo mejor

Un acto de generosidad que muchas personas suelen pasar por alto es hacer suposiciones generosas sobre las acciones y palabras de los demás. Si, por ejemplo, un cónyuge o un amigo íntimo dice algo que parece fuera de lo normal —quizá un poco menos paciente o más crítico de lo habitual— usted podría optar, con toda justicia, por ofenderse. Pero un camino más generoso es asumir que esa persona simplemente está teniendo un mal día e intentar levantarle el ánimo. Esta generosidad de espíritu fortalecerá su relación y establecerá una pauta de amor y gracia.

7. Done a causas que merezcan la pena

Las donaciones económicas son un ejemplo clásico de generosidad. En una cultura que valora el dinero y ofrece muchas maneras de gastar esos recursos para hacer la vida más fácil o más emocionante, a menudo no nos apresuramos a regalar nuestro dinero duramente ganado. Yo le animaría dar a causas con las que esté conectado personalmente o que son cercanas y queridas para su corazón.

8. Sea un oyente atento

Ya hemos hablado de dedicar tiempo, lo que sin duda está relacionado con saber escuchar. Pero el acto de escuchar bien implica dar el recurso más preciado de todos: su atención. Podemos aparecer en algún sitio y seguir distraídos u ocupados con otros pensamientos, y en algunas situaciones, esto puede ser aceptable. Escuchar de verdad a alguien requiere que se concentre y se interese realmente por lo que está diciendo. Es una forma de trabajo intelectual que no a todos nos resulta fácil, pero ese costo es lo que hace que sea un regalo recibirlo.

Porque no sabemos cuánto tiempo nos queda en esta tierra, no esperemos a darnos a los demás y a nuestras comunidades. Seamos un ejemplo para las generaciones venideras.


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