Un tiroteo en la escuela secundaria Wilmer-Hutchins en Dallas el 15 de abril desencadenó el cierre del campus, una respuesta policial urgente y una ola de preocupación entre las familias y los funcionarios, casi un año después de que un incidente similar sacudiera a la comunidad escolar.
La policía atendió el tiroteo en la escuela alrededor de la 1:25 p.m., según una declaración del Distrito Escolar Independiente de Dallas (ISD), el distrito escolar público que sirve a la mayor parte de Dallas y varias áreas circundantes, en la plataforma de redes sociales X.
"Se implementaron protocolos de seguridad y les pedimos a todos que se abstengan de venir al campus", dijo Dallas ISD en el comunicado.
A las 2:12 p. m., las autoridades informaron que el campus estaba asegurado. La reunificación comenzó poco después en el Estadio Eagles. El distrito indicó que los padres y tutores debían presentar una identificación con foto para recoger a sus hijos y que había consejeros disponibles en el lugar para brindar apoyo emocional y atención a situaciones traumáticas.
Un adolescente recibió un disparo en la pierna en el incidente, informaron las autoridades al medio local WFAA, y tres personas fueron trasladadas del lugar. Se desconoce de inmediato la gravedad de las lesiones de las otras dos personas.
Testigos dijeron a los medios de comunicación locales que escucharon disparos, mientras que imágenes aéreas compartidas en las redes sociales mostraron partes de la respuesta policial y estudiantes caminando o corriendo hacia un lugar seguro.
El tiroteo generó comparaciones inmediatas con el incidente del año pasado en la misma escuela, donde un estudiante logró pasar un arma por un detector de metales y disparó a otro estudiante dentro de un aula. Tras ese incidente, el Distrito Escolar Independiente de Dallas (Dallas ISD) prometió reformas, incluyendo un aumento del personal de seguridad, una aplicación más estricta de las políticas sobre mochilas y una nueva formación del personal sobre el uso de los detectores de metales.
En una declaración posteada en X el martes por la tarde, la representante Jasmine Crockett (D-Texas) calificó el incidente como desgarrador.
"Me rompe el corazón enterarme de otro tiroteo en la escuela secundaria Wilmer-Hutchins—casi un año después del último", escribió Crockett.
"Mis oraciones están con los estudiantes, profesores y familias que una vez más se ven obligados a vivir esta pesadilla. Ningún niño debería temer por su vida en la escuela. Ningún profesor debería tener que bloquear la puerta de un aula".
"Que quede claro: esto no es normal. Esto es inaceptable. Las armas no deben estar en nuestras escuelas. Todos los estudiantes merecen aprender en un entorno seguro".
Agradeció a las fuerzas del orden por su rápida respuesta al incidente.
Las autoridades aún no han publicado detalles sobre el presunto tirador o qué provocó el tiroteo.
The Epoch Times se puso en contacto con los funcionarios de Dallas para solicitar información adicional, incluidas las identidades y condiciones de los heridos y si se han realizado arrestos.
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