Dos empresas ucranianas ayudarán a fabricar prototipos de drones para el Pentágono, ya que Estados Unidos busca ampliar rápidamente sus capacidades no tripuladas.
La Unidad de Innovación de Defensa, cuyo objetivo es acelerar la integración de tecnologías emergentes por parte del Pentágono, anunció el 14 de marzo que adjudicaba contratos a cuatro empresas para desarrollar nuevos drones de ataque unidireccionales.
Dos de las empresas, AeroVironment y Dragoon Technologies, son contratistas de defensa estadounidenses que fabrican sistemas aéreos no tripulados (UAS).
Otras dos empresas, Auterion y Swan, son empresas de software estadounidenses que se asociaron con fabricantes de drones ucranianos para crear los prototipos.
Los nombres de las empresas ucranianas no fueron revelados por la Unidad de Innovación de Defensa por motivos de seguridad.
Los contratos se adjudicaron después de que la Unidad de Innovación de Defensa y la Oficina del Subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Mantenimiento revisaran 165 propuestas para el proyecto, incluidas las pruebas de vuelo iniciales de los productos fabricados por las empresas adjudicatarias.
Trent Emeneker, director de programas de la Unidad de Innovación de Defensa, dijo que la organización estaba entusiasmada con la perspectiva de desarrollar nuevas tecnologías de drones de bajo coste que podrían ser vitales para el futuro espacio de batalla.
«Esta era la intención de la dirección del Congreso: Repensar cómo conseguir capacidades para el combatiente a una velocidad y escala que puedan ofrecer mucho más rápido que los programas de registro tradicionales».
Los contratos se adjudicaron como parte de un proyecto del Pentágono llamado Artemis, que busca desarrollar drones de ataque unidireccionales de largo alcance que sean resistentes a los sistemas de guerra electromagnética y que puedan operar sin acceso a los satélites de navegación de los que dependen la mayoría de los drones.
Con ese fin, los esfuerzos de Ucrania durante los últimos tres años para mantener una base industrial de defensa mientras estaba bajo invasión, desplegar drones en masa y operar en un entorno electromagnéticamente disputado, le han dado a ella y a sus empresas de defensa una experiencia única que el ejército de Estados Unidos ahora espera aprovechar.
«Los objetivos del Proyecto Artemis están directamente relacionados con las observaciones de las condiciones de combate actuales en el mundo real, así como con los comentarios de los usuarios finales de todo el Departamento de Defensa sobre las capacidades que pueden ser necesarias en este espacio para hacer frente a capacidades de amenaza casi similares en todo el mundo», se lee en una declaración de la Unidad de Innovación de Defensa.
Las empresas contratadas trabajarán ahora para lanzar un prototipo con éxito a finales de mayo.
Además de operar en entornos conflictivos y sin acceso a satélites, los requisitos del Pentágono para los prototipos operativos incluyen que los sistemas se lancen desde tierra, sean lo suficientemente asequibles como para desplegarse a gran escala, tengan un alcance de entre 48 y 290 kilómetros, puedan navegar a baja altitud y transporten una variedad de cargas útiles.
El liderazgo militar de EE. UU. ha tratado de fortalecer y ampliar sus capacidades de drones en los últimos años a medida que se ha desarrollado la guerra en Ucrania y los UAS se han convertido en un elemento central de las estrategias militares tanto ucranianas como rusas.
En 2023, el Pentágono anunció la Iniciativa Replicador, un programa para desplegar miles de sistemas autónomos en múltiples dominios para finales de 2025.
A esa iniciativa le siguió, a finales de 2024, la adopción por parte del Pentágono de una nueva estrategia clasificada de drones, que tiene como objetivo permitirle al ejército la «detección, rastreo y caracterización» las amenazas de los drones en tiempo real e incorporar los UAS como un componente clave en el pensamiento del Departamento de Defensa sobre la guerra.
Aunque el ejército estadounidense ha estado aprendiendo de Ucrania las nuevas formas en que se utilizarán los drones en las guerras futuras, su principal preocupación es China.
El Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un estado de partido único, se está preparando para la guerra a través de un programa de modernización militar masivo, y una parte clave de ese esfuerzo es la decisión del PCCh de invertir fuertemente en la guerra con drones.
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