LOS ÁNGELES—Los abogados de Lyle y Erik Menéndez dijeron el miércoles que el gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó a la junta de libertad condicional del estado que investigue si los hermanos representarían un riesgo para el público si son liberados después de casi tres décadas en prisión por el asesinato de sus padres en 1989.
La junta realizará una "evaluación integral de riesgos" para determinar si los hermanos fueron rehabilitados, según Mark Geragos y Cliff Gardner. Los abogados defensores dijeron que están agradecidos por la decisión de Newsom.
"La familia se da cuenta de que la acción del gobernador no significa que conmutará las sentencias. En cambio, este paso inicial refleja la decisión consciente del gobernador de al menos obtener la información necesaria para tomar una decisión justa sobre si Erik y Lyle, después de 35 años en prisión, hicieron el trabajo duro necesario para tener una oportunidad de vida fuera de la prisión", dijeron Geragos y Gardner en un comunicado.
No se dio un cronograma para la investigación de la junta. Después de la evaluación de riesgos, habrá una audiencia que permitirá que los familiares de las víctimas y los fiscales participen en el proceso, según la oficina del gobernador.
Newsom dijo en su podcast el miércoles que el objetivo es asegurarse de que el estado haga su debido proceso y garantice transparencia.
"La pregunta para la junta es bastante simple: ¿Eric y Lyle Menéndez representan un riesgo actual, lo que llamamos irrazonable, para la seguridad pública?", dijo Newsom.
El criterio legal del estado para la libertad condicional es si un recluso representa un riesgo irrazonable para la seguridad pública. Eso debe determinarse antes de que el gobernador pueda tomar una decisión sobre la conmutación de la pena.
Los hermanos buscan múltiples vías para lograr su libertad: clemencia de Newsom, una audiencia de nueva sentencia y un nuevo juicio. El fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, dijo el viernes que se opone a un nuevo juicio para los hermanos, pero aún no decide si apoyará una propuesta de nueva sentencia que podría conducir a su libertad. Newsom dijo que no tomará una decisión sobre la clemencia hasta que Hochman termine de revisar el caso.
La nueva sentencia propuesta para los hermanos aún se llevará a cabo en una audiencia en marzo y los haría inmediatamente elegibles para la libertad condicional.
Los hermanos fueron declarados culpables de los asesinatos de su padre, José, un ejecutivo del entretenimiento, y su madre, Kitty Menéndez, y sentenciados a cadena perpetua sin libertad condicional. Comenzaron su último intento de libertad en los últimos años luego que sus abogados dijeran que surgieron nuevas pruebas del abuso sexual de su padre, y que cuentan con el apoyo de la mayor parte de su familia extendida.
Hochman dijo que presentó una respuesta informal instando a la Corte Suprema del Condado de Los Ángeles a rechazar una petición de hábeas corpus presentada por los abogados de los hermanos en 2023 que busca un nuevo examen de su caso que se centra en parte en las acusaciones de que José Menéndez abusó sexualmente de Erik Menéndez.
Hochman puso en duda la evidencia de abuso y dijo que no era pertinente para el caso, cuestionando las afirmaciones de que los asesinatos constituyeron defensa propia. También calificó el testimonio de los propios hermanos sobre el abuso sexual como poco confiable porque dieron cinco explicaciones diferentes de por qué cometieron el asesinato.
La familia Menéndez calificó la decisión de Hochman de "aborrecible" y dijo que "desacreditaba el trauma" experimentado por los hermanos.
La familia dijo en una declaración la semana pasada que no deberían ser necesarias nuevas pruebas, ya que el sistema de justicia les falló a los hermanos en ese entonces y "sigue fallándoles ahora".
Lyle Menéndez, que entonces tenía 21 años, y Erik Menéndez, que entonces tenía 18, admitieron que mataron a sus padres con una escopeta, pero dijeron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que se revelara el abuso sexual a largo plazo de su padre hacia Erik.
Los fiscales dijeron en ese momento que no había pruebas de abuso sexual, y muchos detalles de la historia de abuso sexual de los hermanos no se permitieron en el juicio que condujo a su condena en 1996. Los fiscales acusaron a los hermanos de matar a sus padres por dinero.
El ex fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, recomendó el año pasado que los hermanos recibieran una nueva sentencia de 50 años a cadena perpetua. Gascón perdió su intento de reelección en noviembre ante Hochman.
La posible nueva sentencia tendrá en cuenta la rehabilitación de los hermanos durante su tiempo en prisión. Hochman se reunió con los familiares de los hermanos mientras revisa su caso, que incluye miles de páginas de registros penitenciarios.
El caso ganó nueva fuerza después de que Netflix comenzara a transmitir la serie sobre crímenes reales vinculando "Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story".
Por Christopher Weber.
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