WASHINGTON—El candidato del presidente Donald Trump como embajador en China dijo el jueves a los legisladores que los compradores estadounidenses podrían asestar un golpe fatal a la economía china si detienen la inyección de dinero.
David Perdue, exdirector ejecutivo de una empresa de la lista Fortune 500 y senador por un mandato de Georgia, dijo en su audiencia de confirmación que es hora de que Estados Unidos adopte una postura contra las prácticas comerciales desleales de Beijing después de décadas de que se ignorara dicha situación.
Perdue dijo que cree que «esos días han terminado».
«El camino a seguir es que Estados Unidos se informe sobre eso», dijo.
Reconoció que podrían ser necesarios algunos sacrificios, ya que «lo que nos ha seducido son los precios baratos procedentes de China a los que hemos cedido durante los últimos 30 años», a menudo subvencionados por el Estado.
«Si el público estadounidense dice que ya basta, ¿Qué pasará con su economía?», preguntó el senador Rick Scott (R-Fla.).
«Se derrumbará», respondió Perdue.
Trump impuso el 2 de abril un arancel del 34 por ciento a China, lo que eleva el gravamen existente al 54 por ciento.
«El pueblo estadounidense está pagando un precio muy alto», dijo en un discurso en el Jardín de las Rosas, y añadió que Beijing se ha «aprovechado enormemente de nosotros».
Trump también firmó una orden ejecutiva para imponer aranceles a los paquetes de bajo valor procedentes de China, cerrando una laguna jurídica que las empresas chinas de comercio electrónico han explotado para enviar a Estados Unidos mercancías por valor de menos de 800 dólares libres de impuestos.
Los expertos han dicho que es probable que los precios suban para los consumidores estadounidenses con la entrada en vigor de los nuevos aranceles. Aun así, los partidarios dicen que otras iniciativas económicas de la administración Trump, destinadas a repatriar la fabricación a Estados Unidos, podrían ayudar a neutralizar el impacto.
La economía china está en problemas. Las tasas de desempleo están en un máximo histórico y los inversores extranjeros se están retirando. Los datos oficiales chinos muestran que la inversión extranjera directa neta, una vía importante para el PIB del país, cayó en 168,000 millones de dólares durante el año pasado.
En la audiencia, Perdue describió la relación entre Estados Unidos y China como «el desafío diplomático más trascendental del siglo XXI».
Citando el compromiso de la administración Trump con la política exterior de hacer de Estados Unidos un país más seguro, fuerte y próspero, Perdue dijo que la reciprocidad y la seguridad de Estados Unidos deben tenerse en cuenta en todos los tratos con China y Estados Unidos.
Perdue dijo que haría de los derechos humanos una de sus principales prioridades si es confirmado como embajador de Estados Unidos.
«Una de mis principales responsabilidades como portavoz del pueblo estadounidense y de esta administración es asegurarme que entiendan lo mucho que nos afectan las atrocidades», dijo, después de que el senador Jeff Merkley (D-Ore.) mencionara la represión del régimen en Xinjiang y la represión transnacional contra la diáspora china global.
Perdue caracterizó el trabajo esclavo, que ha justificado los bajos precios de algunos productos chinos, como una herramienta para que Beijing «engañe» al sistema de comercio internacional.
Si Estados Unidos no se levanta en contra de eso, nadie lo hará, dijo.
Un informe del Departamento de Estado de 2023 afirmaba que Beijing gasta miles de millones de dólares al año en difundir desinformación y propaganda en todo el mundo.
Para defenderse de tales desafíos en casa, Perdue pide que Estados Unidos establezca un sistema educativo sobre los peligros que plantea el régimen.
«[Las personas] no son conscientes de que están recopilando nuestros datos. No son conscientes de que nuestros puertos pueden ser manipulados por personas en China. Así que eso es un proceso educativo que le debemos a nuestra gente», dijo, y añadió que Estados Unidos debería trabajar con sus aliados para desarrollar mensajes colectivos que promuevan los valores estadounidenses.
Perdue mencionó el libro «Unrestricted Warfare» (Guerra sin restricciones), escrito por dos coroneles militares chinos en 1999. Uno de los principios clave que se describen en él es la difusión de propaganda en países en los que el régimen quiere influir, dijo, y su objetivo como embajador de Estados Unidos es concienciar a los estadounidenses de su peligro «subliminal».
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