Los precios de los huevos están bajando en Estados Unidos, lo que está alejando la gripe aviar altamente patógena del foco político y económico. Sin embargo, los expertos en salud advierten que la enfermedad probablemente no se amedrentará por el respiro temporal.
"Sigo escuchando una especie de esperanza, un deseo y quizás una creencia... de que esto va a pasar", dijo Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, en un panel centrado en la experiencia de Estados Unidos con la gripe aviar H5N1. "Estoy aquí para decir que no va a desaparecer de alguna manera, que esta es realmente una situación a largo plazo con la que tenemos que lidiar".
El 31 de marzo, el American Enterprise Institute reunió a observadores de la salud, la agricultura y la economía para discutir el estado actual de la crisis de la gripe aviar, así como el precio de los huevos. Dijeron que un programa de vacunación sólido es probablemente la única solución a largo plazo para el persistente desafío de la enfermedad.
El panel, moderado por Vincent Smith, director de estudios de política agrícola del Instituto, contó con la participación de Barry Goodwin, profesor distinguido William Neal Reynolds en los departamentos de Economía Agrícola y de Recursos y Economía de la Universidad Estatal de Carolina del Norte; Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, Kay Russo, veterinaria de RSM Consulting y Robert Yaman, fundador de Innovate Animal Ag.
Desde finales de febrero, el precio al por mayor de los huevos descendió drásticamente. Las últimas cifras, publicadas por el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) el 28 de marzo, indicaban que el precio nacional al por mayor de los huevos grandes de cáscara blanca era de 3 dólares la docena. A mediados de febrero, ese precio de venta era superior a 7.70 dólares. En el comercio minorista, también según un informe del USDA publicado el 28 de marzo, los estadounidenses están pagando un promedio de 4 dólares la docena por huevos grandes, blancos y con cáscara criados de forma convencional.
Cuando los precios de los huevos alcanzaron un máximo histórico, dijo Goodwin, el costo de los huevos se convirtió rápidamente en un tema político, lo que dejó a Washington buscando respuestas.
A finales de febrero, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, anunció un plan de cinco puntos para controlar la enfermedad. En una declaración del 20 de marzo, Rollins dijo que el país está observando "progresos significativos" en su lucha contra la gripe aviar.
El menor precio de los huevos dijo Goodwin, se debe a la estabilización de la oferta de huevos, junto con una demanda ligeramente menor por parte de los consumidores. El ritmo de los brotes de gripe aviar y por lo tanto de las despoblaciones, disminuyó notablemente desde que terminó el invierno. Esto está quitando el foco público y político de la mercancía.
Sin embargo, Yaman dijo que la experiencia desde que comenzó el actual brote de gripe aviar en 2022 debía demostrar que siempre que haya una pérdida significativa de aves, el precio se disparará.
"Cuando hablo con los productores de la industria agrícola y con la gente que está sobre el terreno, lo que escucho de forma abrumadora es que actualmente no estamos en camino de garantizar que esto no vuelva a suceder", dijo Yaman.
Vacunación
Tres de los ponentes —Nuzzo, Russo y Yaman— coincidieron en que llegará el momento en Estados Unidos, en que el país se planteará vacunar a las aves en lugar de sacrificarlas. El enfoque, dicen, ayudará a garantizar la seguridad del suministro de alimentos y a prevenir una mutación que podría ser peligrosa para la salud humana.Desde que se identificó la gripe aviar H5N1 hace casi 30 años, la enfermedad se extendió por todo el mundo. El virus, dijo Nuzzo, ahora está arraigado en el medio ambiente en varias especies de aves y mamíferos de todo el mundo. Mientras haya una fuente de introducción, el virus seguirá propagándose y desafiando las operaciones avícolas comerciales.
Además, Nuzzo dijo que cree que hubo una reacción insuficiente ante la presencia de la gripe aviar en el ganado lechero estadounidense y una subestimación del riesgo que representa para los trabajadores agrícolas en la industria lechera y avícola.
Las soluciones actuales —sacrificio de animales enfermos, aumento de la bioseguridad y mayor disponibilidad de fondos para pagos de indemnización— son lo que Yaman denominó medidas reactivas diseñadas para abordar un problema activo. La única forma, dijo, de contrarrestar la enfermedad de forma proactiva es ofreciendo una vacuna a la industria de puesta de huevos.
Sin embargo, la vacunación no es fácil debido a las enormes ramificaciones comerciales potenciales de vacunar a cualquier ave comercial en los Estados Unidos. Los acuerdos comerciales actuales están redactados de tal manera que si Estados Unidos vacunara a cualquier número de gallinas ponedoras, dijo Yaman, numerosos socios comerciales bloquearían por completo las importaciones de pollo de EE. UU. Además, existen enormes desafíos logísticos asociados con la vacunación de cientos de millones de gallinas ponedoras en granjas de todo el país.
Sin embargo, las herramientas de vacunación están disponibles y hay un historial de éxito de vacunación en una nación similar, dijo Russo. En Francia, los agricultores y las autoridades de salud pública están trabajando juntos para ejecutar un plan de vacunación y observación de la gripe aviar. Además, Russo dijo que las vacunas existen y están listas para ser utilizadas si se puede convocar la voluntad política.
La empresa de salud mundial para animales Zoetis dispone de una vacuna tradicional elaborada a partir de una versión inactivada por calor de una variante H5N2, diseñada para actuar en poblaciones de ganado contra las variantes circulantes del virus H5N1.
"Nos están dando palos, como veterinarios en Estados Unidos, para que vayamos a una pelea de pistolas", dijo Russo. "Podríamos sacar esas [vacunas] de las estanterías y usarlas en cuestión de días, si no semanas".
"No tenemos un año para esperar. Probablemente ni siquiera tengamos seis meses. Nos estamos jugando y comprometiendo, la salud animal, la salud humana y la seguridad alimentaria en este país al retrasar esto aún más. Esto no tiene por qué convertirse en una pandemia humana para ser devastador. Ya lo es. Necesitamos vacunas".
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