El Senado publicó una resolución presupuestaria el 2 de abril como parte de un compromiso con la Cámara de Representantes, mientras los republicanos buscan promulgar la agenda del presidente Donald Trump.
Ambas cámaras del Congreso deben aprobar una resolución presupuestaria idéntica para iniciar el proceso denominado reconciliación presupuestaria. Este mecanismo permite que las medidas relacionadas con los impuestos, el gasto y la deuda nacional se aprueben sin tener que enfrentarse al umbral de obstruccionismo de 60 votos en el Senado que se aplica a la mayoría de las leyes.
La nueva versión es el resultado de semanas de negociaciones entre la Cámara de Representantes y el Senado.
Instruye tanto a la Cámara de Representantes como al Senado a reducir el déficit en 1.5 billones de dólares en una década y hacer permanentes los recortes de impuestos de Trump de 2017.
Sin embargo, la resolución también tiene instrucciones diferentes para la Cámara de Representantes y el Senado. Instruye a la Cámara de Representantes a presentar un proyecto de ley de reconciliación que aumente el techo de la deuda hasta en 4 billones de dólares, mientras que para el Senado es de 5 billones de dólares.
La medida pide a la Cámara de Representantes que asigne 100,000 millones de dólares a la defensa, mientras que pide al Senado que destine 150,000 millones de dólares.
La resolución instruye a la Cámara de Representantes a destinar 90,000 millones de dólares a la seguridad nacional, mientras que pide al Senado que destine 175,000 millones de dólares. Se espera que el proyecto de ley de reconciliación incluya medidas de seguridad fronteriza.
Otra disparidad es que la Cámara de Representantes pide a su Comité de Energía y Comercio que encuentre 880,000 millones de dólares en recortes, mientras que el Senado instruye a su Comité de Energía y Recursos Naturales que encuentre 1000 millones de dólares en recortes.
La Cámara de Representantes ha sido criticada, ya que los detractores afirman que la cantidad de reducción del gasto obligará a los legisladores a hacer recortes en Medicaid. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), ha dicho que solo se recortarán los gastos innecesarios, el fraude y el abuso del programa de prestaciones.
Estas diferencias darían flexibilidad a la Cámara y al Senado para proponer borradores de proyectos de ley de reconciliación. Para llegar al escritorio de Trump, sería necesario que ambas cámaras aprobaran un proyecto idéntico.
En febrero, la Cámara de Representantes y el Senado aprobaron resoluciones presupuestarias diferentes.
La resolución presupuestaria da a las comisiones de la Cámara de Representantes y del Senado hasta el 9 de mayo para presentar sus recomendaciones a la Comisión de Presupuestos de sus respectivas cámaras.
La versión de la Cámara de Representantes incluía instrucciones para recortes fiscales por valor de 4.5 billones de dólares y para reducir el déficit en 1.5 billones de dólares, ambos a lo largo de una década. También pedía un aumento de 2 billones de dólares en el techo de la deuda.
La versión del Senado pedía 175,000 millones de dólares para defensa, 150,000 millones para seguridad fronteriza y reducir el déficit en 4000 millones de dólares, todo en 10 años. No incluía instrucciones para recortes de impuestos.
En una declaración, el presidente del Comité de Presupuesto del Senado, Lindsey Graham (R-S.C.), dijo que la resolución presupuestaria «desbloquearía la capacidad de los comités apropiados del Senado para financiar plenamente nuestras necesidades fronterizas durante cuatro años, proporcionaría el tan necesario alivio financiero a nuestro ejército en un momento de gran peligro, haría permanentes los recortes de impuestos de 2017 para dinamizar la economía y haría lo que se ha prometido durante décadas: Revisar cada partida del presupuesto para recortar gastos superfluos e innecesarios, con suerte por billones».
Por otro lado, el senador Ron Wyden (D-Ore.), miembro de alto rango del Comité de Finanzas del Senado, que desempeñará un papel principal en la presentación de recortes de impuestos, dijo que los republicanos «quieren pagar las dádivas a multimillonarios y corporaciones expulsando a millones de estadounidenses de su seguro médico, aumentando el hambre infantil y eliminando cientos de miles de puestos de trabajo».
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