La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, autorizó este martes 4 de marzo la revocación de la licencia que la empresa petrolera Chevron había obtenido para para mantener sus operaciones en materia de petróleo y gas con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La OFAC emitió la licencia 41A donde autoriza el cierre de las transacciones de la empresa Chevron Corporation con PDVSA, que habían sido autorizadas por la administración del expresidente Joe Biden bajo licencia general 41 del 26 de noviembre de 2022.
La entidad estableció el 3 de abril como fecha máxima para que Chevron finalice sus operaciones en el país y realice cualquier pago en efectivo o en especie a PDVSA o "a cualquier entidad en la que PDVSA posea, directa o indirectamente, una participación igual o superior al 50 por ciento", según el comunicado.
El presidente Donald Trump ya había anunciado el 26 de febrero, en un mensaje en su red social Truth Social, su decisión de cancelar la licencia 41 de Chevron debido a que el gobierno venezolano, liderado por Nicolás Maduro, no había cumplido los compromisos bajo los cuales se aprobó la licencia y tampoco regresó a su país a los criminales al ritmo al que se había comprometido.
María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, por su parte, dijo durante una entrevista con el empresario y economista Donald John Trump Jr., que la revocación de la licencia podría ayudar a Venezuela a materializar una transición pacífica hacia la democracia en pro del país y de la región.
"Por cada dólar que Chevron recibe, Maduro recibe tres dólares, así de malo es esto. Son millones de dólares que ellos están usando para la represión, la persecución y corrupción. Eso se acabó. Eso es muy importante", dijo Machado.
"Porque una vez que Maduro se vaya, verán caer a Cuba y Nicaragua también, y América Latina y América estarán por primera vez libres del socialismo y el comunismo y las tiranías", señaló.
Maduro respondió a la medida durante un discurso público el 27 de febrero, transmitido por la televisión venezolana, asegurando que no se rendirá ante el gobierno estadounidense.
“No nacimos el día de los cobardes, ni el día de los chantajeables, no soy chantajeable por nadie. Tengo una sola cara, y el que quiera hablar conmigo, cara a cara, con respeto, con igualdad. Porque soy hijo de Bolívar, de Chávez y de este pueblo heroico”, dijo Nicolás Maduro.

El 1 de febrero, Richard Grenell, un enviado especial estadounidense, viajó a Caracas, Venezuela, para reunirse personalmente con Nicolás Maduro, donde concretó la liberación de seis estadounidenses que habían sido detenidos durante los últimos meses y la deportación de venezolanos a su país de origen.
Grenell, por su parte, dio algunos detalles de su visita durante una entrevista con Megyn Kelly, el 3 de febrero, y aseguró que su intervención dio resultados satisfactorios para Estados Unidos.
«No solo rescatamos a los [6] rehenes sin pagar un centavo y sin intercambiar rehenes, lo cual es realmente importante, sino también logramos que el gobierno venezolano trajera sus aviones a Estados Unidos para llevar a los inmigrantes ilegales desde nuestro país hasta Venezuela», dijo Grenell.
Grenell dijo que durante la reunión, Maduro acusó a los estadounidenses de involucrarse en magnicidios y de intentar asesinarlo a él y a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Sin embargo, Grenell señaló que se trataba de ex marines del ejército de Estados Unidos que fueron retenidos a la fuerza y que ellos mismos no sabían dónde estaban ni por qué estaban allí.
También declaró que dejó atrás a al menos otros seis estadounidenses detenidos por el gobierno venezolano y espera regresar por ellos.

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