El Departamento de Defensa (DoD) recortará 5.1 mil millones de dólares en contratos de consultoría y TI que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, calificó de no esenciales, según un memorando del 10 de abril.
En el memo, Hegseth ordenó al DoD cancelar un contrato de la Defense Health Agency con Accenture, Deloitte y otras empresas por servicios que, según él, "pueden ser realizados por nuestra fuerza laboral civil".
Entre los contratos a cancelar se incluyen uno de la Fuerza Aérea con Accenture para revender servicios de TI Enterprise Cloud de terceros, un contrato de la Armada para servicios de consultoría de procesos empresariales y el contrato de la Defense Advanced Research Projects Agency para servicios de asistencia técnica en TI.
Esos contratos, dijo Hegseth, representan “gastos innecesarios en consultores externos” para servicios que pueden realizar empleados altamente capacitados del DoD con recursos ya disponibles.
“Por cierto, necesitamos ese dinero para mejorar la atención médica de nuestros combatientes y sus familias, en lugar de pagar a un consultor de procesos empresariales 500 dólares por hora”, dijo en un vídeo de redes sociales. "Eso es mucha consultoría".
Deloitte y Accenture no respondieron a una solicitud de comentarios antes de la publicación.
Hegseth también ordenó cancelar 11 contratos más de consultoría para temas de diversidad, equidad e inclusión (DEI); políticas climáticas, respuesta al COVID-19 y actividades no esenciales en el departamento.
“Estamos comprometidos a erradicar el DEI de raíz en este departamento, y encontramos 11 contratos más. Seguiremos buscando”, dijo el jefe del Pentágono.
El mes pasado, Hegseth emitió otro memorando en el que ordenó la cancelación de más de 580 millones de dólares en “gastos innecesarios”, que incluían un programa de desarrollo de software para el Sistema de Gestión de Recursos Humanos Civiles de Defensa y subvenciones relacionadas con DEI y políticas climáticas.
También ordenó cancelar una subvención universitaria de 9 millones de dólares para desarrollar “modelos equitativos de IA y aprendizaje automático”, afirmando que el DoD necesita modelos de aprendizaje automático letales en su lugar.
Según Hegseth, el Departamento de Defensa ha detenido esta semana más de 500 millones de dólares en financiamiento a la Universidad Northwestern y a la Universidad Cornell, además de los 70 millones ya pausados en otras cuatro instituciones académicas que, según él, “toleran el antisemitismo y apoyan programas divisivos de DEI”.
La última ronda de cancelaciones de contratos reducirá el gasto total del DoD a casi 6 mil millones de dólares durante las primeras seis semanas de los esfuerzos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para eliminar los gastos innecesarios dentro del departamento, afirmó Hegseth.
"El trabajo de [DOGE] es salir y encontrar lo que podamos eliminar, para reinvertirlo en las capacidades de combate del Departamento de Defensa", dijo en el video del 10 de abril.
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el 20 de enero que cambió el nombre del Servicio Digital de EE. UU. a DOGE y le asignó la tarea de revisar las agencias federales en busca de potenciales reducciones de personal y recortes de costos. La orden establece que se espera completar el trabajo de DOGE antes del 4 de julio de 2026.
Para realizar auditorías, a DOGE se le ha concedido acceso a sistemas federales, lo que ha generado desafíos legales de algunos legisladores demócratas y sindicatos, quienes argumentan que ese acceso es inconstitucional.
Para apoyar los esfuerzos de la administración Trump para reducir el gasto público, el DOD ha cancelado 91 estudios que abordan desde problemas climáticos y patrones de migración global hasta tendencias sociales. El Departamento de Defensa afirmó que la cancelación de estos estudios ahorrará al gobierno más de 30 millones de dólares en el primer año.
El DOD dijo que, en su lugar, redirigirá recursos hacia "tecnologías esenciales para mantener una defensa nacional fuerte" y financiará investigaciones enfocadas en desarrollar y desplegar capacidades militares avanzadas.
El objetivo es invertir en áreas clave, como “desarrollo de armas hipersónicas, sistemas impulsados por IA para mejorar la conciencia en el campo de batalla y el fortalecimiento de la base industrial militar doméstica”.
Hegseth también ordenó a los oficiales militares identificar 50 mil millones de dólares en posibles recortes del presupuesto del año fiscal 2026 de la anterior administración Biden, “que podrían reasignarse desde programas de bajo impacto y baja prioridad heredados de Biden”, y redirigirlos hacia las prioridades de defensa de Trump.
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