Un hombre de Kansas City que asistía a la universidad en Boston fue arrestado y acusado en un tribunal federal por presuntamente haber incendiado con bombas caseras dos vehículos Tesla Cybertruck en una concesionaria en Misuri el mes pasado.
Owen McIntire, de 19 años, fue detenido en Boston y realizó su primera comparecencia ante el tribunal federal de Massachusetts el 18 de abril, según un comunicado emitido el viernes por el Departamento de Justicia.
McIntire enfrenta un cargo por posesión ilegal de un artefacto destructivo no registrado y otro por daño malicioso mediante incendio a una propiedad utilizada en el comercio interestatal.
“Permítanme ser extremadamente clara con cualquiera que aún tenga la intención de incendiar una propiedad de Tesla: no escaparán de nosotros”, dijo la fiscal general Pamela Bondi en un comunicado. “Serán arrestados. Serán procesados. Pasarán décadas tras las rejas. No vale la pena”.
Según una declaración jurada revelada el viernes en el Distrito Oeste de Misuri, los investigadores alegan que McIntire viajó a Kansas City a mediados de marzo y lanzó un cóctel molotov contra una concesionaria de Tesla en la noche del 17 de marzo, incendiando una Tesla Cybertruck gris. El fuego se propagó a un segundo vehículo y dañó dos estaciones de carga.
“Esto no fue vandalismo, fue un acto criminal violento”, dijo Dan Driscoll, director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), en un comunicado. “Gracias al trabajo incansable de los agentes especiales de la ATF, y a nuestra estrecha coordinación con el FBI y las fuerzas del orden locales, ahora tenemos a un sospechoso bajo custodia”.
La declaración jurada detalla cómo un oficial de policía de Kansas City observó humo proveniente del estacionamiento de la concesionaria de Tesla poco después de las 11 p. m. del 17 de marzo y vio un cóctel molotov intacto en el suelo cercano. Agentes de la ATF recuperaron posteriormente otro presunto artefacto incendiario y un sombrero de color claro abandonado en un patio cercano, lo que ayudó a los investigadores a vincular a McIntire con la escena del crimen.
Según la declaración, imágenes de vigilancia, testimonios de testigos presenciales y publicaciones en redes sociales ayudaron a identificar a McIntire como el sospechoso. Un testigo describió a la persona en el lugar como un joven alto, delgado, vestido de negro, con el cabello largo y oscuro, y que llevaba un objeto rectangular blanco. Otro testigo vio al sospechoso huyendo cruzando la calle momentos después de que comenzara el incendio.
Los investigadores rastrearon los registros de vuelo de McIntire, que mostraban que voló a Kansas City el 16 de marzo y regresó a Boston el 23 de marzo. También compararon la descripción del sospechoso con fotos publicadas en las redes sociales de McIntire y confirmaron su presencia en el aeropuerto mediante imágenes de vigilancia.
No se ha designado un abogado para McIntire —quien se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad—, según el expediente público al momento de este informe.
El director del FBI, Kash Patel, señaló que este es el segundo arresto relacionado con Tesla en una semana. “Nuestros equipos del FBI continúan trabajando agresivamente para enfrentar casos de terrorismo doméstico como este”, escribió en una publicación en X. “Trabajo brillante de todos”.
El arresto de McIntire se produjo tras un caso separado en Nuevo México, donde las autoridades arrestaron el fin de semana pasado a Jamison Wagner, de 40 años, en relación con dos ataques incendiarios ocurridos a principios de este año. Wagner está acusado de haber incendiado una concesionaria de Tesla en Albuquerque en febrero y de prender fuego a la sede del Partido Republicano de Nuevo México en marzo.
En ese caso, Patel indicó que los investigadores vincularon a Wagner con ambos incidentes utilizando imágenes de vigilancia, pruebas forenses y materiales recuperados durante un allanamiento en su domicilio, incluidos componentes incendiarios y pintura en aerosol que coincidía con grafitis encontrados en las escenas.
En las últimas semanas, vehículos y concesionarias de Tesla en varios estados han sido blanco de actos de vandalismo e incendios provocados. El FBI, en coordinación con la ATF, lanzó un grupo especial nacional para investigar estos incidentes.
Esto ocurre en medio de una ola de protestas en oposición al destacado papel del director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de la administración Trump, una iniciativa destinada a reducir el despilfarro federal ante una deuda nacional que supera los 36 billones de dólares.
Aunque muchas de las protestas han sido pacíficas, también se han registrado brotes de vandalismo y violencia. En ciudades como Las Vegas, Salem (Oregón) y Rome (Míchigan), atacantes vandalizaron vehículos de Tesla, incendiaron estaciones de carga y pintaron consignas anti-Musk en edificios.
Musk expresó su desconcierto ante el nivel de violencia asociado al movimiento anti-Tesla.
“Entiendo si no quieren comprar nuestro producto, pero no tienen que quemarlo”, dijo Musk durante una reunión de la empresa el 20 de marzo. “Eso es un poco irracional.”
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