El actual dirigente de Venezuela, Nicolás Maduro, se opuso al traslado a El Salvador de cerca de 250 presuntos miembros de la organización criminal transaccional El Tren de Aragua (TdA) que fueron detenidos en los últimos meses en Estados Unidos.
Durante su programa Con Maduro + en la edición No. 74 del martes 18 de marzo, el mandatario venezolano calificó la acción de los Estados Unidos como una agresión contra todos los venezolanos.
"Es la mayor agresión que ha recibido país alguno en América Latina y el Caribe, y es una agresión a todo el pueblo de Venezuela. Porque nuestros migrantes no son terroristas, no son delincuentes, no son asesinos, nuestros migrantes son gente de bien, noble, trabajadora, productiva", dijo Maduro.
Maduro señaló que en respuesta enviará un conjunto de comunicaciones al secretario general de las Naciones Unidas, al Alto Comisionado de Derechos Humanos, a todos los presidentes de América Latina y el Caribe y a distintos organismos de derechos humanos con el fin de activar los mecanismos de protección de los derechos de los venezolanos.
"No puede ser que una persona, por ser venezolano sea capturado, secuestrado, sin derecho a al defensa, sin derecho al debido proceso, sin condena, sea metido en un campo de concentración en Estados Unidos y sea enviado a campos de concentración nazi en el Salvador", añadió.

Origen del Tren de Aragua
La organización criminal trasnacional "Tren de Aragua" surgió en 2013 dentro del sistema carcelario del estado de Aragua, Venezuela.Durante varios años, el principal líder de la organización, Hector Guerrero Flórez, alias "Niño Guerrero" y otros miembros de la banda criminal dirigieron las operaciones delictivas desde la cárcel de Tocorón, en el sur del estado de Aragua. La organización criminal se fue fortaleciendo a través de alianzas con pequeñas pandillas locales en territorios clave del país, durante periodos prolongados de impunidad del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En 2018, El Tren de Aragua se expandió rápidamente en Sudamérica, aprovechándose de la masiva migración de venezolanos que intentaban huir de la situación en su país, controlando los pasos irregulares de migración ilegal hacia Colombia, Perú y Brasil, cobrando extorsiones y secuestrando a mujeres para explotarlas sexualmente.
"El grupo se apalancó en la migración venezolana. Hay una migración muy grande de venezolanos desde 2017, aproximadamente, hacia distintos países de América Latina. [Los miembros del TdA] comenzaron a dedicarse a ese negocio, a esa actividad criminal, siendo los migrantes las primeras víctimas de esta organización", dijo a The Epoch Times en Español la periodista de investigación Ronna Rizques, que en 2023 publicó el libro El Tren de Aragua. La banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina.
Con la creación de diferentes células y formando asociaciones con grupos delictivos locales en países como Colombia, Perú y Chile, El Tren de Aragua se expandió en todo el continente, ampliando sus actividades a 20 delitos diferentes.
Presencia de la banda venezolana en EE. UU.
Un memorando enviado en noviembre de 2024 por el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos a las agencias de la aplicación de la ley obtenido por The New York Post, confirmó que el TdA había reforzado su presencia en Nevada, California, Colorado, Texas, Louisiana, Florida, Wisconsin, Illinois, New York, Georgia, y New Jersey, principalmente en las ciudades de Nueva York, Miami y Los Ángeles.El documento anunció además que la organización había extendido sus operaciones delictivas a los estados de Montana, Wyoming, Tennessee, Carolina del Norte y Virginia.
"Parte de lo que hace al TdA tan peligroso es que están ocupando espacios con los carteles centrándose principalmente en el narcotráfico. Estos individuos se expandieron no solo con el tráfico sexual y el narcotráfico, sino también con la extorsión. ¡Esas viejas imágenes que se tienen de la mafia!", dijo Jason Miyares, Fiscal General de Virginia, a Fox 5 el 19 de noviembre.
A comienzos del año pasado, funcionarios del DHS iniciaron una investigación para recopilar información sobre el TdA, tras reportarse varios delitos de pandilleros en Nueva York y otras ciudades, según informó NBC News.
La investigación identificó más de 600 migrantes que tendrían conexiones con el TdA, de los cuales 100 fueron confirmados como miembros directos de la organización criminal. Ante el hallazgo, el departamento recomendó incluirlos en una lista de vigilancia del FBI, según datos obtenidos por el mismo medio.
Frank Figliuzzi, ex subdirector de contrainteligencia del FBI, señaló que los miembros del TdA en suelo estadounidense pueden ser muchos más.
“La cifra es casi inquietantemente baja”, dijo Figliuzzi. “Debería ser más alta”, señaló.
El ex agente federal Wes Tabor, que estuvo a cargo durante varios años de la oficina de la DEA en Caracas, Venezuela, aseguró que ha recibido llamadas de diferentes departamentos de policía de Estados Unidos para pedirle consejos de cómo abordar a la banda criminal en medio de una creciente ola de secuestros, robos, extorsiones, fraudes financieros, tráfico de armas y otros delitos.
“Lo que distingue a este grupo es el nivel de violencia”, dijo Tabor, ahora retirado de la DEA, a Wric.“Son agresivos, tienen hambre y no conocen límites porque se les ha permitido desplegar sus alas sin ningún enfrentamiento con las fuerzas del orden hasta ahora”.
La nueva administración ha priorizado la deportación de migrantes ilegales principalmente para disminuir la oleada de crímenes perpetrada por personas que ingresaron al país de forma ilegal.
El 22 de enero, el presidente Trump designó a la organización criminal Tren de Aragua como una «organización terrorista extrajera», junto a la organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13), al considerarlas una amenaza para la seguridad de los estadounidenses.
La designación como organización terrorista extrajera le permite al presidente de los Estados Unidos desplegar las fuerzas militares dentro y fuera del país para perseguir a estos grupos criminales, de acuerdo con la Ley Pública 104-132 o Ley Contra el Terrorismo de los Estados Unidos que dicta que el presidente debe utilizar todos los medios necesarios, incluida la fuerza militar, «para interrumpir, desmantelar y destruir la infraestructura internacional utilizada por el terrorismo internacional».

Invocación de Ley de Enemigos Extranjeros
El 15 de marzo, el presidente Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que faculta al presidente a detener o deportar a no ciudadanos involucrados con cualquier «invasión declarada» o «incursión depredadora» en contra del país, y ordenó la detención inmediata y expulsión de todos los ciudadanos venezolanos considerados miembros de la banda Tren de Aragua, que desde ese momento están catalogados como «enemigos extranjeros».El 16 de marzo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció a través de su cuenta de X que el país recibió a 238 miembros del Tren de Aragua y que estarán recluidos durante un año en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Horas antes de que Trump emitiera su proclamación, los abogados de cinco detenidos venezolanos que estaban siendo procesados para su deportación desde Estados Unidos presentaron una demanda para detener la deportación. En respuesta, el juez federal James Boasberg, de la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, emitió una orden que prohíbe la deportación de los cinco demandantes identificados en la demanda durante al menos las próximas dos semanas, mientras continúa el proceso legal.
El 16 de marzo en la noche, Boasberg regresó con una segunda orden, otorgando una certificación de demanda colectiva a todos los no ciudadanos. La demanda, presentada con el apoyo de la ACLU y Democracy Forward, cuestiona la legalidad de la invocación por parte de Trump de la Ley de Enemigos Extranjeros. En particular, la demanda señala que la ley de 1798 solo se ha invocado en tres ocasiones anteriores: durante la Guerra de 1812, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.
Pam Bondi, la fiscal general de Estados Unidos, respondió inmediatamente con una moción de emergencia en nombre de la administración Trump para anular la orden del juez federal.
El 19 de marzo, el Secretario de Estado, Marco Rubio, recordó su compromiso para a hacer de Estados Unidos un país más seguro y agradeció al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por su colaboración para deportar a los presuntos miembros de la banda TdA.
"El Tren de Aragua es una Organización Terrorista Extranjera y una de las pandillas más peligrosas que operan dentro de los Estados Unidos. Estamos agradecidos por Nayib Bukele por su apoyo y colaboración", señaló Rubio en un posteo en X.
"Yo los designé como terroristas siguiendo la orden del presidente, tenemos que sacarlos de nuestro país. Así que tenemos la suerte de tener un amigo como el presidente Bukele que, como parte de la reunión que tuve con él", añadió.

Richard Grenell, un alto funcionario estadounidense, viajó a Venezuela el 1 de febrero para reunirse personalmente con Maduro, donde concretó dos temas clave: Los esfuerzos de Trump para deportar a los venezolanos a su país de origen y asegurar la liberación de seis estadounidenses detenidos durante los últimos meses, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
Grenell, por su parte, dio algunos detalles de su visita durante una entrevista con Megyn Kelly, el 3 de febrero, y consideró que su intervención dio resultados satisfactorios para Estados Unidos.
«No solo rescatamos a los [6] rehenes sin pagar un centavo y sin intercambiar rehenes, lo cual es realmente importante, sino también logramos que el gobierno venezolano trajera sus aviones a Estados Unidos para llevar a los inmigrantes ilegales desde nuestro país hasta Venezuela», dijo Grenell.
A inicios de febrero, una serie de aviones de la estatal Conviasa con cientos de migrantes venezolanos desde Estados Unidos aterrizaron en Caracas con autorización del gobierno venezolano.
Sin embargo, después de que el presidente Trump ordenara cancelar la licencia especial que la administración del expresidente Joe Biden le concedió a Chevron para mantener sus operaciones en materia de petróleo y gas con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Venezuela dejó de enviar aviones para los deportados.
“Ahora tenemos un problemita ahí, porque con eso que ellos hicieron han dañado las comunicaciones que habíamos abierto, y a mí me interesaban las comunicaciones que habíamos abierto, porque yo me quería traer a todos los venezolanos que tienen presos y perseguidos injustamente solo por ser migrantes”, dijo Maduro el pasado 8 de marzo.
María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, dijo durante una entrevista con el empresario y economista Donald John Trump Jr., que Maduro ha estado liderando el TdA y el Cartel de los Soles.
"El cartel de los Soles está liderado y ligado al Tren de Aragua. Es muy triste porque esta es una banda que se ha expandido por toda la región y ustedes la conocen muy bien. Todo lo que ha pasado en los Estados Unidos. Pero nosotros sabemos ahora que la cabeza, el jefe del tren de Aragua es Nicolás Maduro y que ha creado y que ha fundado al tren de Aragua", declaró Machado.
El miércoles 19 de este mes, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió a Venezuela que se enfrentará a nuevas y duras sanciones si se niega a aceptar vuelos de deportación que transporten a ciudadanos venezolanos.
«Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde EE. UU. Esto no es un tema de debate o negociación», dijo Rubio en una publicación del 18 de marzo en las redes sociales. «A menos que el régimen de Maduro acepte un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas ni retrasos, EE. UU. impondrá nuevas sanciones, más severas y cada vez más duras».
Con información de Ryan Morgan
Siga a Yeny Sora Robles en X: @YenySoraRobles
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