WASHINGTON— Iniciaron los despidos de las agencias de salud de EE. UU. anunciados por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., según informaron empleados el 1 de abril.
Una persona que trabajó para el gobierno federal durante décadas dijo que ella y sus compañeros de trabajo trabajaban regularmente más de 10 horas al día y se sorprendieron el martes por la mañana al descubrir que no podían entrar en su lugar de trabajo.
"Eso es lo que duele de todo esto: que con toda esa dedicación, esto es lo que obtenemos a cambio", dijo a The Epoch Times.
Dijo que podría buscar empleo a nivel de condado o dedicarse al trabajo voluntario.
Otro empleado despedido del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU., un joven, dijo que no estaba seguro de si habría oportunidades en Washington mientras busca su próximo trabajo.
Dijo que los despidos se gestionaron mal, ya que algunos trabajadores no pudieron recuperar sus pertenencias personales, y que el correo electrónico de despido que recibió contenía lo que describió como información inexacta sobre su desempeño laboral.
"Fue un proceso poco educado y poco científico, en el que creo que solo intentaban llegar a una cifra", dijo.
Los trabajadores hablaron bajo condición de anonimato, ya que todavía están negociando las indemnizaciones por despido.
El martes se vio a otros empleados despedidos sacando sus pertenencias o a los que se les impidió entrar en el edificio del HHS en Washington.
"Es inaceptable que RFK Jr. esté impidiendo la entrada de trabajadores federales al HHS. Los empleados están parados fuera del edificio y se les dice que ya no tienen trabajo", dijo el representante Adriano Espaillat (D-N.Y.) en la plataforma de redes sociales X. "Estos empleados federales han servido obedientemente a nuestra nación y la Administración Trump les debe más".
El HHS no respondió a las solicitudes de comentarios en el momento de la publicación de este artículo.
El departamento despidió previamente a unos 3200 trabajadores más nuevos, pero los ha ido reincorporando por orden de un juez federal.
Kennedy anunció el 27 de marzo que la agencia despediría a unos 10,000 trabajadores, además de los que ya se han jubilado anticipadamente o han aceptado ofertas de liquidación.
"Vamos a racionalizar el HHS para que nuestra agencia sea más eficiente y eficaz", dijo Kennedy en un video.
Kennedy dijo que el proceso, que reducirá la agencia a 62,000 empleados, será "un período doloroso" y que dará como resultado una agencia mejor posicionada para servir al público y llevar a cabo su visión de "Hacer que Estados Unidos vuelva a estar sano".
El HHS incluye la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El excomisario de la FDA, el Dr. Robert Califf, escribió en LinkedIn que, con los recientes cambios, "la FDA tal y como la conocíamos ha terminado, y la mayoría de los líderes con conocimiento institucional y un profundo entendimiento del desarrollo y la seguridad de los productos ya no están empleados".
"Creo que la historia verá esto como un gran error. Me alegraré si se demuestra que estoy equivocado, pero incluso entonces no hay una buena razón para tratar a la gente de esta manera".
La FDA no respondió a una consulta en el momento de la publicación de este artículo.
Los portavoces de los CDC y los NIH remitieron las solicitudes de información al HHS.
El organismo sanitario dijo anteriormente que de los 10,000 despidos, el 35% procedería de la FDA, el 24% de los CDC, el 12% de los NIH y el 3% de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
El Dr. Peter Marks, un alto funcionario de vacunas de la FDA, dimitió de su cargo antes de que comenzaran los despidos.
Los despidos comenzaron cuando el nuevo director de los NIH, el Dr. Jay Bhattacharya, asumió el cargo. Bhattacharya dijo que en una declaración que "se basará en la larga e ilustre historia de la agencia de apoyar los avances en biología y medicina fomentando la investigación y la innovación de referencia para hacer frente a la crisis de las enfermedades crónicas".
Algunos miembros del Congreso, incluida la senadora Patty Murray (D-Wash.), dijeron que estaban preocupados por los cambios radicales en el HHS en una carta enviada a Kennedy el lunes.
Los despidos y la reorganización "degradarán la capacidad y la experiencia del Departamento en una amplia gama de cuestiones que afectarán a comunidades y personas de todo el país", dijeron, y añadieron que creen que eliminar algunas divisiones incorporándolas a otras es ilegal.
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