El Gobierno de Ecuador aseguró este miércoles que la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de sus misiones de observación electoral desplegadas en el país, "desmienten las narrativas de fraude" que inició la candidata del correísmo, Luisa González, tras no aceptar su derrota frente al presidente, Daniel Noboa.
"Al expresar su confianza en los resultados oficiales presentados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), ambas misiones desmienten las narrativas de fraude, al constatar la coincidencia de la información compilada por los observadores con los datos arrojados por el Sistema Informático de Escrutinios y Resultados del CNE", sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Así, la Cancillería ecuatoriana respondió a los cuestionamientos realizados en las últimas horas a los resultados electorales por parte de los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Claudia Sheinbaum, que pusieron en duda su legitimidad en coincidencia con González y el líder de la Revolución Ciudadana (RC), el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
"El Gobierno de Ecuador manifiesta su aprecio por las numerosas felicitaciones emitidas por jefes y jefas de Estado y de Gobierno y otras autoridades extranjeras, en reconocimiento a la celebración de las elecciones y a la decisión adoptada por el pueblo ecuatorianos", apostilló el Ministerio de Exteriores.
El Ejecutivo reiteró que la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador fue "una jornada electoral pacífica, ordenada y democrática".
Con el 99.49 % de las actas escrutadas, Noboa obtiene el 55.6 % de los votos válidos frente al 44.4 % de González, una diferencia de más de once puntos que se traduce en más de un millón de votos.
La amplia victoria del candidato y líder de Acción Democrática Nacional (ADN) no había sido anticipada ni proyectada por ninguna encuesta o sondeo a boca de urna, lo que hizo que la candidata de la Revolución Ciudadana optase por no aceptar los resultados y denunciar "el fraude más grotesco de la historia".
Sin embargo, la postura de González y de otros líderes del partido como Correa no es compartida por otros miembros del correísmo, entre ellas varias autoridades locales que desde el primer momento han reconocido el triunfo de Noboa, que fue reelegido para el período 2025-2029.
Seguidamente, los informes de las misiones de observación electoral de la UE y de la OEA avalaron los resultados y descartaron de manera tajante la posibilidad de un fraude al no hallar indicio alguno que apunte a ese sentido y encontrar plena coincidencia en las actas.
No obstante, ambas misiones, que tuvieron cerca de 200 observados repartidos en todos el país, realizaron recomendaciones para futuros procesos como mejorar el control de uso de recursos públicos, la transparencia de la financiación de las campañas y la regulación de la publicidad electorales en redes sociales.
También hicieron especial mención a la necesidad de que haya plena claridad sobre el rol del presidente cuando es candidato, pues Noboa no cumplió con solicitar licencia del cargo a la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por el correísmo, para hacer campaña electoral, y simplemente se ausentó de la jefatura del Estado en los días que él consideró.
La jornada electoral se desarrolló con normalidad y contó con una participación del 83.76 % de los más de 13.7 millones de ecuatorianos que estaban convocados a las urnas.
Como ya ocurriese en las anteriores elecciones y en la celebración de la primera vuelta, la votación se dio bajo fuertes medidas de seguridad al encontrarse el país bajo el "conflicto armado interno" declarado a inicios de 2024 por Noboa contra el crimen organizado, lo que ha ido acompañado desde entonces de sucesivos estados de excepción.
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