El kéfir puede no ser lo primero que se nos venga a la mente cuando buscamos reforzar nuestro sistema inmunitario. En su lugar, podríamos tomar una dosis de vitamina C.
Sin embargo, el kéfir es una poderosa forma de apoyar la función inmunológica, a menudo rivalizando con la eficacia de otros probióticos.
«El kéfir está repleto de probióticos y compuestos bioactivos que favorecen la digestión, reducen la inflamación y combaten las infecciones», declaró Mpho Tshukudu, nutricionista integrativo y funcional, a The Epoch Times.
Esta bebida fermentada es una opción fácil y cotidiana para estimular el sistema inmunológico.
Estimular la función inmunológica
El kéfir está repleto de probióticos, que ayudan a mejorar el equilibrio de las bacterias en el intestino y a estimular el sistema inmunitario. Estas bacterias beneficiosas ayudan al cuerpo a luchar contra las bacterias y los virus dañinos de forma más eficaz.Los probióticos también influyen en las células inmunitarias, como las células T, que son importantes para defenderse de las infecciones. El kéfir tiene propiedades antivirales y antibacterianas naturales que ayudan a prevenir las infecciones, dijo Debbie Petitpain, dietista nutricionista titulada, a The Epoch Times.
Tradicionalmente, se sugiere que el kéfir fermentado desarrolla un sistema inmunológico fuerte. Introducir el kéfir en las primeras etapas de una infección puede fortalecer las defensas del cuerpo al apoyar el sistema inmunológico y la microbiota intestinal. Esto ayuda a estimular el sistema inmunológico en el intestino, que desempeña un papel clave en la lucha contra las infecciones antes de que se manifiesten por completo.
Además, los probióticos del kéfir pueden reducir la inflamación, que está estrechamente relacionada con la salud del sistema inmunológico, y ayudar a prevenir o controlar las afecciones relacionadas con la inflamación.
El kéfir también favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta como el butirato.
Los ácidos grasos nutren las células del intestino, fortalecen el revestimiento intestinal y reducen el riesgo de intestino permeable, una afección vinculada a la inflamación crónica y las enfermedades autoinmunes, según declaró a The Epoch Times Jodi Duval, médico naturópata afincado en Australia y propietario de Revital Health.
Puede aumentar aún más la producción de IgA, un anticuerpo que mejora la capacidad del cuerpo para detectar y destruir patógenos. El resultado es un sistema inmunológico bien regulado que no es ni hiperactivo, lo que puede conducir a enfermedades autoinmunes, ni hipoactivo, lo que deja al cuerpo vulnerable a las infecciones, dijo.
Kéfir frente a suplementos probióticos
«El kéfir proporciona un apoyo más amplio al sistema inmunológico en comparación con un solo suplemento probiótico», dijo Petitpain.El kéfir puede contener entre 30 y 60 cepas más de bacterias beneficiosas que muchos suplementos probióticos, según Tshukudu.
Las bacterias del kéfir, en particular cepas como Lactobacillus y Bifidobacterium, promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, favoreciendo el revestimiento intestinal y mejorando la producción de compuestos antiinflamatorios.
Los cultivos vivos y activos del kéfir también pueden colonizar mejor el intestino debido a su capa protectora natural. Por el contrario, Duval dijo que muchos suplementos probióticos contienen cepas liofilizadas que pueden no sobrevivir al ácido del estómago con la misma eficacia.
En estos alimentos, la estructura natural, conocida como matriz alimentaria, compuesta por proteínas, grasas y otros nutrientes, actúa como un envase natural, ayudando a los probióticos a sobrevivir a la digestión y mejorando su eficacia en el apoyo a la salud intestinal, explicó.
Si alguien tiene un desequilibrio intestinal específico, un suplemento probiótico específico con cepas bien investigadas, como Lactobacillus rhamnosus GG para la diarrea asociada a antibióticos, puede ser más eficaz. Lo ideal es combinar ambos, ya que el kéfir puede ser beneficioso para el apoyo diario del microbioma y los suplementos para necesidades terapéuticas específicas, dijo Duval.
¿Cuánto kéfir se debe beber?
Para aquellos que son nuevos en los alimentos fermentados, comience con 100 mililitros (ml) al día para permitir que el intestino se adapte. Aumenta gradualmente hasta 200-250 ml diarios para un apoyo intestinal e inmunológico continuo. Si se utiliza el kéfir para obtener beneficios específicos, como la recuperación post-antibiótica o el fortalecimiento inmunológico, 250-500 ml diarios pueden ser útiles durante un período corto. Sin embargo, la constancia es importante —las porciones pequeñas y regulares son más eficaces que las dosis grandes y poco frecuentes, dijo Duval.¿Quién puede beneficiarse más del kéfir?
Dado que el kéfir favorece la salud intestinal, un pilar fundamental del bienestar general, casi todo el mundo puede beneficiarse de él, ya que muchas personas tienen algún grado de desequilibrio intestinal, dijo Tshukudu.Sin embargo, ciertos grupos pueden encontrar el kéfir especialmente útil. Duval dijo que aquellos con inmunidad debilitada, recuperándose de una enfermedad o lidiando con infecciones frecuentes y enfermedades crónicas pueden beneficiarse de sus propiedades para estimular el sistema inmunológico.
El kéfir también puede ayudar a la digestión y a controlar afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a calmar el revestimiento intestinal, que a menudo se irrita en estas afecciones.
El kéfir también favorece la recuperación del microbioma en quienes toman antibióticos o sufren diarrea, dijo Petitpain.
La recuperación del microbioma consiste en restablecer el equilibrio de las bacterias saludables en el intestino después de que los antibióticos, una enfermedad u otros factores lo hayan alterado.
Lo que debe saber
Aunque el kéfir ofrece muchos beneficios, hay algunas cosas que debe tener en cuenta:Alergias a la leche e intolerancia a la lactosa. Las personas con alergia a la leche o intolerancia grave a la lactosa deben evitar el kéfir de leche o consultar a un profesional de la salud antes de probarlo. Este grupo puede, sin embargo, disfrutar del kéfir de agua.
Sensibilidad digestiva. Algunas personas pueden experimentar hinchazón o gases cuando introducen el kéfir por primera vez. Esto suele ser temporal a medida que el intestino se adapta.
Contenido de histamina. Como alimento fermentado, el kéfir contiene histaminas de forma natural, lo que puede resultar problemático para las personas con intolerancia a la histamina, afirma Duval.
Las histaminas pueden desencadenar síntomas como dolores de cabeza, erupciones cutáneas, urticaria, trastornos digestivos o incluso reacciones más graves como hinchazón o dificultad para respirar. Estos efectos son causados por la histamina que interviene en las respuestas inmunitarias y cuando el cuerpo no es capaz de descomponerla adecuadamente.
Azúcares añadidos. Algunos productos comerciales de kéfir contienen altos niveles de azúcar añadido, lo que reduce sus beneficios para la salud debido al aumento de peso, a los problemas de azúcar en sangre y a la inflamación crónica de bajo grado, que está relacionada con muchas enfermedades crónicas. Elija versiones naturales y sin azúcar, o prepare el kéfir en casa para obtener mejores resultados.
Sabor y textura. El kéfir tiene un sabor ácido y ligeramente amargo, con una consistencia espesa y cremosa, más intensa que la del yogur. Mientras que a algunos les gusta su sabor, a otros les puede llevar tiempo acostumbrarse.
Mezclarlo con bayas, una pizca de canela o un poco de miel cruda puede hacerlo más apetecible sin comprometer sus beneficios. El kéfir casero suele tener un sabor más fresco y matizado en comparación con las versiones compradas en tiendas, que a veces pueden estar demasiado procesadas o ser demasiado suaves, dijo Duval.
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