El FBI está ampliando su misión antiterrorista para atacar agresivamente al crimen organizado transnacional, incluidos grupos criminales notorios como la banda Tren de Aragua, cuyos miembros el presidente Donald Trump designó recientemente como «enemigos extranjeros» involucrados en una invasión del territorio estadounidense.
El cambio, anunciado en una declaración del 19 de marzo, subraya la creciente amenaza que representan los cárteles y bandas de narcotraficantes transnacionales, ocho de los cuales han sido designados recientemente como organizaciones terroristas extranjeras (FTO). Refleja una estrategia de seguridad nacional más amplia que extiende las medidas de vigilancia del terrorismo a los miembros de los cárteles, que suelen estar vinculados al cruce ilegal de fronteras, al tráfico de drogas y a delitos violentos dentro de Estados Unidos.
«La seguridad fronteriza es esencial para proteger nuestro país y proporcionar comunidades más seguras a nuestros ciudadanos», dijo el director del FBI, Kash Patel, en un comunicado de prensa. «Estamos ampliando la lista de vigilancia para incluir a los miembros de cárteles y bandas de las organizaciones terroristas extranjeras recién designadas. Este cambio ayudará a nuestros socios de las fuerzas del orden y de la comunidad de inteligencia mientras trabajamos juntos para lograr el objetivo de acabar con los delitos violentos dentro de nuestras fronteras».
El mayor enfoque del FBI en los cárteles y bandas internacionales se refleja en el cambio de nombre del Centro de Detección de Terroristas (TSC) por el de Centro de Detección de Amenazas. El FBI dijo que este cambio ampliará el alcance de la detección de seguridad nacional más allá del terrorismo tradicional para abarcar grupos como el Tren de Aragua, la MS-13 y el Cártel de Sinaloa, que han extendido sus operaciones a suelo estadounidense.
«La lista de vigilancia de la delincuencia organizada transnacional desempeña un papel importante en los intereses de seguridad de EE. UU. mientras seguimos previniendo ataques terroristas», dijo el director del TSC, Michael Glasheen, en un comunicado. «El cambio de nombre es una señal para el pueblo estadounidense de que el TSC es una herramienta poderosa que puede utilizarse para luchar contra todas las amenazas a la seguridad nacional».
El cambio se basa en la designación formal por parte del Departamento de Estado de ocho grandes cárteles y bandas como FTO y terroristas globales especialmente designados, una medida que amplía significativamente la capacidad de las fuerzas del orden de EE. UU. para congelar activos, denegar visados e imponer sanciones financieras a los afiliados a estos grupos.
Las ocho entidades designadas incluyen a Tren de Aragua, Mara Salvatrucha (MS-13), Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel del Noreste (anteriormente Los Zetas), La Nueva Familia Michoacana, Cártel del Golfo y Cárteles Unidos.
Las designaciones excluyen a estas organizaciones del sistema financiero estadounidense, lo que dificulta la transferencia de dinero y recursos a través de las fronteras. También proporcionan una base legal para reforzar las acciones judiciales contra los socios de los cárteles que operan en Estados Unidos.
Como parte de su ofensiva más amplia contra el crimen y su campaña para reforzar la seguridad fronteriza, Trump emitió una proclamación presidencial el 15 de marzo, invocando una ley del siglo XVIII para clasificar a los miembros del Tren de Aragua como «enemigos extranjeros» involucrados en una «invasión o incursión depredadora» en territorio estadounidense. Esta designación permite su arresto y deportación inmediatos bajo la autoridad de inmigración de emergencia.
La proclamación también acusa al gobierno venezolano de Nicolás Maduro de facilitar la entrada de Tren de Aragua en Estados Unidos como parte de una estrategia deliberada para desestabilizar el país. Varios miembros de la banda ya han sido deportados en virtud de esta directiva, aunque los recursos legales contra la proclamación están pendientes en los tribunales estadounidenses.
En medio de la intensificación de la aplicación de la ley y la seguridad nacional por parte de la administración, la Casa Blanca anunció el 19 de marzo que el FBI ha capturado con éxito a tres fugitivos de su lista de los «Diez más buscados» desde que Trump asumió el cargo en enero.
Entre los fugitivos se encuentra Francisco Javier Román-Bardales, un brutal miembro de la MS-13 acusado de ordenar asesinatos, tráfico de drogas y operaciones de extorsión en Estados Unidos y El Salvador.
«Bajo el mandato del presidente Donald J. Trump, el mensaje para los delincuentes que causan daño y destrucción en nuestras comunidades es simple: serán encontrados y se enfrentarán a la justicia», dijo el equipo de comunicaciones de la Casa Blanca en una publicación en la plataforma de redes sociales X.
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