OXON HILL, Maryland —Richard Grenell, director ejecutivo provisional del Centro John F. Kennedy de Washington, expuso la visión del presidente Donald Trump para el centro de artes escénicas.
El pilar de Washington "debería ser el principal centro de las artes de la capital del país", dijo Grenell, que también es enviado de Trump para misiones especiales, a Jan Jekielek de The Epoch Times el 20 de febrero durante la convención del Comité de Acción Política Conservadora.
A principios de febrero, Trump destituyó a los dirigentes de la institución y nombró nuevos miembros del consejo de administración, que lo eligió presidente.
El actual Centro John F. Kennedy fue fundado como National Cultural Center en 1958 por el expresidente Dwight Eisenhower. El presidente John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy fueron importantes partidarios del proyecto, recaudando millones para su construcción a partir de noviembre de 1962. Dos meses después del asesinato de JFK en noviembre de 1963, el presidente Lyndon Johnson firmó una ley del Congreso, designándolo como un monumento viviente al difunto presidente.
El centro de artes se financia con fondos gubernamentales y donaciones privadas.
En los últimos tiempos, Trump ha criticado abiertamente las acciones del centro, que, según él, promueven la "propaganda antiamericana". El presidente prometió impulsar el centro hacia su "visión de una Edad de Oro de las Artes y la Cultura Estadounidenses".
Algunos artistas, incluida una red nacional de artistas drag y aliados, han expresado su frustración con el liderazgo de Trump, y algunos consultores, como el músico Ben Folds y la cantante Renée Fleming, han dimitido. Además, el actor Issa Rae y la escritora Louise Penny han cancelado sus apariciones.
La alcaldesa Muriel Bowser intervino en los cambios del presidente mientras hablaba en el National Press Club el 21 de febrero, diciendo: "Cancelar espectáculos es malo para la comunidad artística".
Bowser, que se ha enfrentado a Trump en el pasado, dijo que los nuevos planes de Trump para el centro son "malos para los negocios".
"Es una institución local, pero es el centro de las artes de Estados Unidos, así que la gente viene de todo el país para ver espectáculos, y no sé en qué nos beneficiamos en absoluto de cancelar espectáculos y afectar al desarrollo económico... Así que cuando dicen que quieren tener una capital hermosa como la nuestra, no pueden también socavar las formas en que tenemos una capital hermosa. Y por eso tenemos que apoyar las artes".
La junta también rescindió el contrato de la presidenta del centro, Deborah Rutter, y nombró a Grenell como director provisional.
En su entrevista, Grenell dijo que el Centro John F. Kennedy tiene "muchos problemas", citando como problemas el liderazgo y la gestión financiera de Rutter.
"La mujer que fue presidenta antes que yo cobraba 1.3 millones de dólares al año; no tenía efectivo disponible ni reservas", dijo Grenell.
Continuó describiendo algunos de los problemas, entre ellos que a unos 300 empleados del centro se les pagaba con cargo a las reservas de deuda, lo que es especialmente problemático porque el centro se enfrenta a un pago global en unos cinco años.
"La situación financiera es terrible", dijo Grenell, resumiendo el problema. También dijo que "el estado del edificio, está en muy mal estado" debido al mantenimiento diferido y a la falta de dinero del centro para realizar un mantenimiento adecuado.
Hay un plan para solucionar el problema de flujo de caja, sin embargo, dijo Grenell, y añadió que Trump es capaz de enderezar el barco como hombre de negocios.
Se nombraron más de una docena de nuevos miembros de la junta para el centro, además de Trump. Entre los nuevos nombramientos se encuentran la segunda dama Usha Vance, la jefa de gabinete de la Casa Blanca Susie Wiles, el subjefe de gabinete de la Casa Blanca Dan Scavino y Allison Lutnick, la esposa del secretario de Comercio Howard Lutnick.
Grenell dijo que la postura de Trump es que, dado que el centro es una institución artística que solicita dinero federal, "hay que darle al público lo que quiere. Deberían hacer grandes musicales taquilleros. Deberían hacer el Cascanueces tradicional en Navidad. Deberían hacer las grandes obras de arte que atraen a las masas".
"Por cierto, eso también es genial para los resultados finales", añadió, indicando que el plan podría ayudar a resolver los problemas monetarios del centro.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Rutter para recabar sus comentarios.
Con información de The Associated Press
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