Cuando el sol se puso en el Mar Rojo el 15 de marzo, varios aviones de combate F/A-18 Super Hornet despegaron desde la cubierta del portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman, en su camino para atacar objetivos hutíes en el oeste de Yemen por primera vez en dos meses.
Esos aviones de combate estadounidenses lanzaron la primera salva en una renovada campaña militar contra los hutíes —un grupo terrorista designado por Estados Unidos que actualmente controla partes significativas del país, incluida su capital, Saná.
Desde el 15 de marzo, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo varias rondas adicionales de ataques aéreos en Yemen.
En una entrevista con "Fox News Sunday", el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, dijo que los últimos ataques estadounidenses mataron a varios líderes clave hutíes y destruyeron alguno de sus misiles y otras infraestructuras críticas.
En un comunicado de prensa del 16 de marzo, el portavoz del brazo militar del movimiento hutí, Yahya Saree, dijo que unos 47 ataques estadounidenses separados alcanzaron áreas de Sana'a, Sa'dah, Al Bayda, Hajjah, Dhamar, Ma'rib y Al Jawf. Ese mismo día, el Ministerio de Salud de Yemen, dirigido por los hutíes, informó que 31 civiles desarmados murieron y 101 más resultaron heridos en los recientes ataques estadounidenses.
Las evaluaciones de víctimas no pueden ser verificadas de forma independiente en este momento.
Hablando en una conferencia de prensa en el Pentágono el 17 de marzo, el teniente general de la Fuerza Aérea de EE. UU. Alexus Grynkewich dijo que las estimaciones iniciales de EE. UU. indicaban que los ataques recientes infligieron docenas de bajas a combatientes legítimos. Grynkewich dijo que los líderes militares estadounidenses no vieron indicios de víctimas civiles, a pesar de las afirmaciones desde dentro de Yemen.
Considerados en Washington como representante regional clave del régimen islamista de Irán, los hutíes están incluidos en la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras designadas. Recientemente, el presidente Donald Trump ordenó que los hutíes fueran reclasificados como organización terrorista extranjera, señalando su campaña de ataques con drones y misiles contra Israel y contra buques que transitan por las vías fluviales de Oriente Medio que comenzó en octubre de 2023.
Al anunciar la renovada campaña de ataques contra Yemen en una publicación en las redes sociales del 15 de marzo, Trump les dijo a los líderes hutíes que sus ataques deben detenerse de inmediato, advirtiendo que, si no lo hacen, "¡el infierno lloverá sobre ustedes como nada que vieron antes!".
A pesar del mensaje de advertencia de Trump, los hutíes afirmaron que atacaron al Grupo de Ataque del Portaaviones Truman con fuego de respuesta en múltiples ocasiones. Saree dijo que las fuerzas hutíes lanzaron un total de 18 misiles balísticos y de crucero y un dron de ataque contra buques de guerra estadounidenses que operaban en el norte del Mar Rojo para el 16 de marzo y al menos dos misiles de crucero más y dos drones más para el 18 de marzo.
Los Hutíes vinculan el enfrentamiento con Gaza
Los hutíes comenzaron a atacar embarcaciones a través de las vías fluviales de Oriente Medio poco después de los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel. Desde el principio, los líderes hutíes afirmaron su solidaridad con Hamas, al que consideran representante de la causa palestina y prometieron que llevarían a cabo sus ataques como una forma de presionar a Israel para que suspendiera sus operaciones militares contra las capacidades de Hamas en la Franja de Gaza.Entre octubre de 2023 y enero de 2025, los hutíes lanzaron varias andanadas de drones y misiles directamente contra Israel y atacaron más de 100 embarcaciones en las vías fluviales circundantes, dañando decenas de embarcaciones y hundiendo dos. Los hutíes también lideraron un asalto desde helicópteros contra el portavehículos Galaxy Leader, con bandera de Bahamas, en noviembre de 2023, secuestrando el barco y tomando como rehenes a sus 25 tripulantes.
La administración Biden desplegó inicialmente buques de guerra estadounidenses para ayudar a interceptar los drones y misiles hutíes en el tráfico marítimo a través del estrecho de Bab-el-Mandeb y el golfo de Adén. A medida que continuaban los ataques, la administración Biden intensificó su acción militar, ordenando ataques directos de Estados Unidos contra objetivos hutíes en Yemen.
Esta imagen proporcionada por la Marina de los EE. UU. muestra un avión despegando del USS Dwight D. Eisenhower (CVN 69) durante operaciones de vuelo en el Mar Rojo, el 22 de enero de 2024. (Kaitlin Watt/Marina de los EE. UU. vía AP)A pesar de las rondas anteriores de bombardeos estadounidenses, los hutíes continuaron sus ataques hasta enero de este año, cuando Israel y Hamas entraron en la primera fase de un marco de alto el fuego para poner fin a los combates en la Franja de Gaza. Además de detener sus ataques, los hutíes también liberaron a la tripulación del Galaxy Leader después de 459 días.
El alto el fuego temporal en Gaza se tambaleó en las últimas semanas, ya que los negociadores israelíes y de Hamas no acordaron cómo debe avanzar el proceso de paz. Israel apoyó una extensión de la primera fase de alto el fuego para permitir más tiempo para resolver los detalles, pero los representantes de Hamas rechazaron esa idea y exigieron que todas las partes pasaran a la segunda fase, en la que las fuerzas israelíes se retirarían de la Franja de Gaza por completo.
Con los negociadores israelíes y de Hamas divididos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió una orden el 2 de marzo, cortando todos los suministros que ingresan a la Franja de Gaza.
El 11 de marzo, los hutíes anunciaron que reanudarían su campaña de presión contra Israel apuntando a todos y cada uno de los buques israelíes en el Mar Rojo.
Michael Horton, miembro de la Fundación Jamestown que estudió la región del Mar Rojo, dijo que los hutíes utilizaron eficazmente el conflicto de Gaza para reunir a su base de apoyo.
"Funciona muy bien en Yemen. Les dió mucho apoyo, así que creo que seguirán usándolo", dijo Horton en una entrevista telefónica con The Epoch Times.
Mientras los hutíes buscan justificar sus ataques contra los barcos comerciales vinculándolos a la situación en la Franja de Gaza, el analista principal de políticas de la Fundación Heritage, Daniel Flesch, dijo que no se debe persuadir a la administración Trump para que ceda.
"No debemos dejar que lo que hicieron en los últimos 18 meses quede sin respuesta", dijo Flesch a The Epoch Times.
Una imagen satelital tomada por Maxar Technologies muestra el barco Rubymar, con bandera de Belice, en el Mar Rojo el 1 de marzo de 2024, haciendo agua después de sufrir daños por un ataque hutí. (Maxar Technologies vía AP)
Trump aumenta las apuestas por Irán
Los hutíes, un movimiento islamista predominantemente chií zaidí, surgieron primero en oposición al gobierno yemení reconocido internacionalmente. En 2014, la facción rebelde hutí se apoderó de Saná, lo que llevó al entonces presidente yemení Abdrabbuh Mansur Hadi a dimitir y huir de la capital yemení. Más tarde, Hadi revocó su renuncia y formó un gobierno en el exilio en la ciudad portuaria yemení de Adén.Yemen permaneció en un estado de guerra civil desde 2014. Este conflicto interno yemení también se convirtió en una batalla de poder en una contienda más amplia por la influencia regional entre la coalición árabe liderada por Arabia Saudita alineada con Occidente, que se centra en prevenir la propagación de ideologías extremistas y el régimen islamista antioccidental de Irán.
Poco después de que Hadi relanzara su gobierno en Adén, Arabia Saudita formó una coalición de estados árabes del Golfo, incluidos Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Marruecos, Jordania, Bahréin, Sudán y Kuwait, para respaldar militarmente al gobierno de Hadi. En 2015, Estados Unidos también comenzó a suministrar armas, inteligencia y apoyo logístico a la coalición militar liderada por Arabia Saudita en Yemen.
Desde 2015, las fuerzas estadounidenses incautaron repetidamente embarcaciones que transportan armas frente a la costa de Yemen, que evaluaron que están siendo dirigidas por Teherán a áreas bajo control de los hutíes. Teherán negó sistemáticamente cualquier tipo de asistencia militar a la facción rebelde yemení.
En una publicación del 17 de marzo en las redes sociales, Trump indicó que su administración considerará que las acciones de los hutíes están estrechamente vinculadas a Teherán.
"Cada disparo hecho por los hutíes será considerado, a partir de este momento, como un disparo realizado por las armas y el liderazgo de Irán, e Irán será considerado responsable y sufrirá las consecuencias", escribió. "¡Y esas consecuencias serán nefastas!".
Flesch dijo que la advertencia a Irán marca un cambio clave en el enfoque de Estados Unidos sobre el enfrentamiento en el Mar Rojo.
Una tripulación de la Guardia Costera de EE. UU. incautó un cargamento de presuntos componentes de armas iraníes luego de una incursión marítima en el Mar Arábigo el 28 de enero de 2024. (Foto del Comando Central de EE. UU./Liberado)"La administración [Trump] está saliendo enérgica y diciendo claramente, en primer lugar, a los hutíes: 'La interrupción continua del transporte marítimo internacional no se mantendrá'. Y lo que es más importante: 'Te vemos a ti Irán y tu conexión con los hutíes'", dijo Flesch.
En una carta del 18 de marzo al Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador iraní ante las Naciones Unidas, Amir Saeid Iravani, volvió a insistir en que Irán no armó a los hutíes y no está dirigiendo sus acciones.
Horton dijo que Teherán proporciona inteligencia y probablemente asesora a los hutíes sobre algunos aspectos de la selección de objetivos, pero los comandantes yemeníes a menudo toman sus propias decisiones cuando se trata de qué objetivos atacar.
Planes de batalla y próximos pasos
En el último año del presidente Joe Biden en el cargo, el ejército de EE. UU. colocó cuatro grupos de ataque de portaaviones diferentes en posición para interceptar ataques hutíes y atacar objetivos en Yemen. El ejército estadounidense también desplegó bombarderos furtivos B-2 Spirit para destruir sitios subterráneos de almacenamiento de armas.Mientras Grynkewich discutía los últimos ataques estadounidenses en la conferencia de prensa del Pentágono del 17 de marzo, enfrentó preguntas sobre cómo estas nuevas operaciones difieren de las observadas bajo Biden. El general de la Fuerza Aérea dijo que no entraría en demasiados detalles debido a preocupaciones de seguridad operativa, pero dijo que las fuerzas estadounidenses ahora tienen un conjunto más amplio de objetivos en Yemen.
Grynkewich dijo que Trump también delegó autoridades a los comandantes operativos en la escena, reduciendo el requisito de aprobación para ordenar nuevos ataques.
"Eso nos permite lograr un ritmo de operaciones en el que podemos reaccionar a las oportunidades que vemos en el campo de batalla, para seguir presionando a los hutíes", dijo.
Los hutíes controlan gran parte del noroeste de Yemen, donde reside casi el 80 por ciento de la población del país de 32 millones de habitantes.
Combatientes hutíes y miembros de tribus organizan una manifestación contra los ataques de Estados Unidos y el Reino Unido contra sitios militares administrados por los hutíes cerca de Saná, Yemen, el 14 de enero de 2024. (AP Foto)Horton advirtió que las bajas civiles por la intensificación de los ataques estadounidenses podrían llevar a más yemeníes a apoyar a los hutíes. Argumentó que cualquier plan viable para contrarrestar, contener y derrotar a los hutíes tendría que ser impulsado por los propios yemeníes.
Con información de Associated Press.
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