El 12 de marzo, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Lee Zeldin, hizo lo que llamó el «mayor anuncio desregulador en la historia de Estados Unidos».
En un vídeo publicado por la agencia, dijo que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tomaría medidas para revertir 31 regulaciones para cumplir la «promesa del presidente Donald Trump de liberar la energía estadounidense, revitalizar nuestra industria automotriz, restaurar el estado de derecho y devolver el poder a los estados».
Las acciones de Zeldin presagian medidas formales para derogar las regulaciones de la EPA que ejercerían presión sobre los estadounidenses para que compren vehículos eléctricos de bajas emisiones y otras acciones significativas dirigidas a muchas normas federales sobre el clima y la contaminación publicadas anteriormente.
En una serie de declaraciones publicadas por la agencia el 12 de marzo, la EPA destacó su próxima acción sobre las regulaciones, específicamente las normas o conjuntos de normas inicialmente redactadas por la agencia y publicadas durante las administraciones de los ex presidentes Barack Obama y Joe Biden, que considera el origen de «billones en costos regulatorios».
No está claro de inmediato qué medidas se tomarán exactamente ni cuándo se aplicarán para revisar o derogar los 31 reglamentos destacados en el anuncio de la EPA. Los representantes de la agencia no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios de The Epoch Times en busca de aclaraciones.
«Estamos clavando una daga en el corazón de la religión del cambio climático para reducir el coste de vida de las familias estadounidenses, liberar la energía estadounidense, traer de vuelta los empleos del sector automovilístico a EE. UU. y mucho más», dijo Zeldin en un comunicado.
Conclusión de peligro
La EPA y la Oficina de Gestión y Presupuesto reconsiderarán la histórica Conclusión de peligro de 2009 y todas sus regulaciones y acciones previas que se basan en ella.En 2009, la exadministradora de la EPA, Lisa Jackson, firmó dos acciones relativas a los gases de efecto invernadero y la Ley de Aire Limpio. Las acciones concluyeron que los «seis gases de efecto invernadero clave bien mezclados» amenazan la salud pública y el bienestar de las generaciones actuales y futuras y que las emisiones de los vehículos de motor contribuyen a la contaminación por gases de efecto invernadero.
Según la EPA, esas acciones fueron significativas porque constituyen la base de la «aplicación de normas de emisiones de gases de efecto invernadero para vehículos y otros sectores».
«La Administración Trump no sacrificará la prosperidad nacional, la seguridad energética y la libertad de nuestro pueblo por una agenda que estrangula nuestras industrias, nuestra movilidad y nuestra capacidad de elección como consumidores, mientras beneficia a nuestros adversarios en el extranjero», dijo Zeldin en una declaración del 12 de marzo sobre la reconsideración.
La agencia continuó afirmando que «la EPA se ha basado posteriormente en la conclusión de peligro como parte de su justificación para siete regulaciones de vehículos con un costo agregado de más de un billón de dólares, según las cifras de los propios análisis de impacto regulatorio de la EPA».
Emisiones de una gran chimenea de la central eléctrica de carbón de Brandon Shores en Baltimore, el 9 de marzo de 2018. (Mark Wilson/Getty Images)
Vehículos eléctricos
En cumplimiento de una promesa de campaña y una orden ejecutiva de Trump, la EPA anunció que reconsideraría lo que denominó el reglamento de vehículos ligeros y medianos del año modelo 2027 y posteriores y las normas de emisiones de gases de efecto invernadero para vehículos pesados, y que está «reevaluando las otras partes del problemático «Plan de camiones limpios» de la EPA de Biden». Esta medida afectará al plan de 2022 para vehículos pesados de óxido nitroso, según el comunicado.Las normas, según el comunicado, constituyeron la base del «mandato de Biden-Harris sobre vehículos eléctricos que elimina la capacidad de los estadounidenses de elegir un coche seguro y asequible para su familia y aumenta el coste de vida de todos los productos que entregan los camiones».
The Epoch Times informó anteriormente que la industria automovilística estadounidense ha comenzado a realizar inversiones masivas en el diseño y la construcción de vehículos eléctricos (VE) que los estadounidenses querrían conducir. Aunque la adopción de los VE está aumentando en Estados Unidos, las compras siguen estando muy por detrás de los vehículos tradicionales de motor de combustión interna que funcionan con gasolina.
«Aguas de Estados Unidos»
La EPA declaró que revisaría la definición de «aguas de Estados Unidos» en la Ley de Agua Limpia junto con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos.La definición es fundamental, ya que determina si «los agricultores, los propietarios de tierras y las empresas deben obtener costosos permisos antes de poder llevar a cabo un proyecto», dijo la EPA en un comunicado.
La agencia declaró que «no ha cumplido la ley» ni la sentencia de la Corte Suprema en el caso Sackett contra la EPA y que iniciaría un nuevo proceso normativo para revisar la definición de 2023 del término «aguas de Estados Unidos».
«Es fundamental que los estadounidenses sepan qué aguas están sujetas a la jurisdicción federal en virtud de la Ley de Agua Limpia para hacer crecer nuestra economía y reducir los costes para las familias estadounidenses, al tiempo que se protege la salud humana y el medio ambiente», declaró.
Plan de Energía Limpia 2.0
La EPA también reconsiderará las normas de la administración anterior sobre las emisiones de las centrales eléctricas, comúnmente conocidas como «Plan de Energía Limpia 2.0». Según su declaración, ese conjunto de normas sustituye a un plan anterior anulado por la Corte Suprema en 2022.La agencia declaró el 12 de marzo que la Corte Suprema había anulado una versión de 2015 del Plan de Energía Limpia. En esa sentencia, según la EPA, la Corte«impidió a la EPA hacer un uso indebido de la Ley de Aire Limpio para manipular las elecciones energéticas de los estadounidenses y alterar el equilibrio de la combinación energética del país».
«Buscamos garantizar que la agencia respete el estado de derecho al tiempo que proporciona a todos los estadounidenses acceso a una energía fiable y asequible», dijo Zeldin.
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