El Dr. Robert Redfield, que fue director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) durante el primer mandato del presidente Donald Trump, pidió más investigación sobre las vacunas en su discurso en un evento sobre atención sanitaria organizado por Politico el 19 de febrero.
"Ahora mismo estoy en la práctica médica dos medias jornadas a la semana, y me dedico principalmente al COVID y al COVID prolongado, y tengo varios pacientes que tienen consecuencias muy graves a largo plazo por las vacunas de ARNm", dijo Redfield durante el evento de Primeros 100 días: atención médica de Politico.
"Dejemos que los expertos lo revisen sistemáticamente".
Mucho antes de que Robert F. Kennedy Jr. se postulara a la presidencia, y luego se sometiera a un riguroso proceso de confirmación del Senado para convertirse en secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), su nombre ha sido sinónimo del tema de las vacunas. Esa tendencia ha continuado en su primera semana al frente del departamento de salud más grande del país.
Redfield y Del Bigtree, fundador de la Red de Acción de Consentimiento Informado, hablaron sobre la ciencia de las vacunas y los planes de Kennedy sobre el tema en el evento.
Durante años, los críticos han llamado a Kennedy "antivacunas", una afirmación que él ha negado. Durante su campaña presidencial y el proceso de confirmación en el Senado, dijo en repetidas ocasiones que es un defensor de la seguridad de las vacunas, el consentimiento informado y la "ciencia de referencia" que hay detrás de los estudios de eficacia de las vacunas.
Bigtree, que también presenta el programa de entrevistas online The HighWire, fue director de comunicación de Kennedy durante la campaña presidencial del candidato y ahora es director general del comité de acción política Make America Healthy Again.
El 19 de febrero, Bigtree dijo que Kennedy debería incorporar a científicos que quieran descubrir la conexión entre las vacunas y el autismo. Los estudios anteriores que afirmaban que no existe relación entre las vacunas y el autismo fueron realizados por científicos que buscaban descubrir ese resultado, dijo.
"Consiga científicos que digan: 'Creo que puedo demostrar que las vacunas causan autismo'", dijo Bigtree. "Si no pueden lograrlo, ahora tiene un verdadero perfil de seguridad".
Kennedy lleva años diciendo que es probable que el autismo esté relacionado con las vacunas infantiles.
Trump dijo en diciembre que le daría a Kennedy la libertad de investigar el posible vínculo entre las vacunas y el autismo si este último se convertía en secretario del HHS.
Robert F. Kennedy Jr., acompañado por su esposa, Cheryl Hines, y su familia, presta juramento como secretario de Salud y Servicios Humanos ante el juez de la Corte Suprema Neil Gorsuch, mientras el presidente Donald Trump observa en la Oficina Oval el 13 de febrero de 2025. (Andrew Harnik/Getty Images)Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) apoyan y financian la investigación sobre el autismo, así como posibles nuevas vacunas.
Kennedy dijo a The Epoch Times en septiembre que renovaría los NIH para centrarse en las causas del autismo, las enfermedades autoinmunes y las enfermedades del neurodesarrollo en lugar de desarrollar medicamentos y servir como incubadora de productos farmacéuticos.
Como secretario del HHS, Kennedy dirige un departamento que gestiona 13 agencias, entre ellas los CDC, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los NIH.
Kennedy ha prometido cambios significativos en todo el departamento. Inmediatamente después de su juramento el 13 de febrero, Trump le encomendó la tarea de dirigir una comisión centrada principalmente en la salud infantil.
Kennedy es el presidente de la Comisión Make America Healthy Again (MAHA) del nuevo presidente, creada por orden ejecutiva. La comisión ordena a los departamentos ejecutivos y a las agencias federales que asesoren principalmente al presidente sobre cómo "abordar la crisis de las enfermedades crónicas infantiles".
Tiene la tarea de explorar las posibles causas de tales enfermedades, incluyendo "la dieta estadounidense, la absorción de material tóxico, los tratamientos médicos, el estilo de vida, los factores ambientales, las políticas gubernamentales, las técnicas de producción de alimentos, la radiación electromagnética y la influencia corporativa o el favoritismo".
Cuando se le preguntó a Redfield sobre la decisión de la administración Trump la semana pasada de despedir a miles de empleados del HHS, respondió que la agencia debería ser reformada.
"No sé cuáles serán las consecuencias finales, si serán buenas o malas, pero creo que esta vez podríamos intentar centrarnos en transformar nuestro sistema sanitario y nuestras agencias de salud para que se centren en la salud", dijo Redfield.
Dijo que los CDC se han apartado de su misión principal como agencia de respuesta de salud pública y se han transformado en una institución académica.
Bigtree reiteró la opinión de Kennedy de que las agencias gubernamentales de salud están capturadas por las corporaciones. Las agencias reguladoras como los CDC, la FDA y los NIH son sirvientes de las "grandes empresas agrícolas, alimentarias y farmacéuticas", dijo.
"Por fin tenemos a alguien al frente del HHS que no es propiedad de estas corporaciones", dijo Bigtree. "Creo que está buscando el tipo de personas adecuadas".
Bigtree dijo que Kennedy debería sentarse con los empleados y preguntarles: "¿Qué han hecho en los últimos cuatro años?".
"Si no están produciendo resultados reales y buena ciencia, tal vez haya un mejor trabajo para ellos en otro lugar", dijo Bigtree.
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